El despertar de un gigante. Vida de Santa Verónica Giuliani

Bajo la dirección de Giovanni Ziberna y Valeria Baldan, la pelicula "El despertar de una gigante" presenta testimonios de diversas personas alternando escenas recreadas de la vida de la santa.

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Orsola Giuliani nació el 27 de diciembre de 1660 en Mercatello sul Metauro, un pequeño pueblo a poca distancia de Urbino. Era la más pequeña de cinco hermanas; cuatro entraron en la vida religiosa. Como el padre, tampoco el obispo quería que Orsola (éste era su nombre de bautismo) entrase en un convento: demasiado joven y hermosa, era mejor que se casara con un joven de la nobleza local.

Sin embargo, las lágrimas de la joven convencieron al obispo, que aceptó su consagración dándole el nombre (que se revelará providencial) de Verónica. La que para los hagiógrafos será la “Verónica” del Via Crucis eligió para sí el convento más pobre de las capuchinas de la zona, el de Città di Castello, cerca de Perugia.
 
Tras la aparición de los estigmas, que la santa no consiguió esconder, tuvo que soportar durísimas humillaciones cuando el Santo Oficio se ocupó del caso: fue encerrada durante cincuenta días en la enfermería, totalmente aislada. Su gran obediencia y humildad vencieron sobre todas las cosas. Venció la expiación, el heroico anhelo de inmolación por el deseo de convertir a todos. «¡Crucifícame a mí! ¡Me ofrezco para que los pecadores me claven en Tu lugar!», repetía Verónica a “su” Jesús. No es casualidad que la mayor parte de sus experiencias íntimas tuvieran como protagonista indiscutible su corazón: incendios, golpes, heridas, dardos, clavos.
 
Increíble es el fenómeno de la sustitución del “corazón herido” (el suyo) por el “corazón amoroso” (del Señor), un juego místico que llenará varias veces las páginas más vivas de su Diario. Otras veces Verónica custodiaba en su pecho, literalmente, dos corazones: el suyo y el de Jesús. El primero latía normalmente; el segundo le levantaba las costillas, tanto que en el convento las hermanas conseguían oír su latido desde lejos. Veían a Verónica arder por efecto del fuego de este “segundo corazón” y para refrescarla corrían a sumergirle las manos en agua que… empezaba enseguida a hervir.
 
Está claro que para el hombre hiper-racional de hoy los fenómenos místicos descritos en el Diario pueden parecer auténticas locuras. Sin embargo, el obispo de Città di Castello, poco antes de los funerales, y antes de proceder a la autopsia, convocó a las figuras más representativas de la ciudad. Aún se conocen sus nombres: el gobernador Torregiani, el pintor Angelucci, el médico Bordiga, el cirujano Gentili, el canciller Fabbri, el notario y muchos confesores. En el momento de extraer el corazón los presentes vieron reproducidos en él los signos que Verónica había descrito en su Diario muchos años antes.

Exactamente vieron que en el corazón de Verónica estaba “impreso” todo: la Cruz, la corona de espinas, la lanza y la caña unidas, la inscripción, los martillos, los clavos, el estandarte de Cristo Rey, las dos llamas que simbolizan el amor de Dios y el amor del prójimo, las siete espadas de la Dolorosa y las iniciales de los nombres de Jesús y María.


Exposición del cuerpo incorrupto de Santa Verónica Giuliani. La diócesis de Città di Castello celebró en 2010 un año santo jubilar veroniquiano, como parte del resurgir de la vocación a esta gran santa en todo el mundo.

Las últimas palabras de Verónica antes de morir, preanunciadas años atrás a su confesor, fueron: «¡El Amor ha dejado que lo encontrara! Esta es la causa de mi sufrimiento. ¡Decídselo a todas, decídselo a todas!». (Pincha aquí para acceder al sitio web del monasterio de Santa Verónica en Città di Castello.)
 
La película que convierte a su director
La historia terrenal de Verónica Giuliani, junto a las “difíciles” implicaciones teológicas que ofrece su explosivo Diario (María se presenta ante la santa como “Corredentora” y “Mediadora de todas las gracias”, es decir, los dos posibles dogmas marianos que la Iglesia está profundizando en estos años), está ahora narrada en una película documental: Il risveglio di un gigante. Vita di Santa Veronica Giuliani [El despertar de un gigante. Vida de Santa Verónica Giuliani].

Fuente: Religión en Libertad

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