A lo largo de la historia el Magisterio y la tradición católica han condenado el comunismo.
Las elecciones regionales en Colombia están a la vuelta de la esquina, este domingo 29 de octubre, los ciudadanos tendrán la opción elegir gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles en los diferentes departamentos, distritos, ciudades y municipios del país.
De nuevo aparece en la palestra la amenaza del comunismo, esa plaga que representa la ruina de una sociedad en todas las esferas, y que salvo contadas excepciones se ha tomado casi todos los países occidentales, por supuesto Colombia no ha sido la excepción.
En junio 15 de 2022 advertíamos desde esta tribuna la incompatibilidad del cristianismo con el denominado Pacto Histórico, esa coalición de partidos marxistas que llevó a la Presidencia de la República al chavista Gustavo Petro, y quien hoy por hoy tiene a Colombia envuelta en un clima de caos, anarquía, zozobra, miseria, narcotráfico e inseguridad. (ver nota)
Cuatro años atrás, el 21 de octubre de 2019 expusimos la peligrosidad para Colombia si los candidatos de extrema izquierda llegaban a tomarse las principales ciudades y departamentos del país, y fue así como Claudia López, Jorge Iván Ospina, Daniel Quintero o Carlos Caicedo entre otros, llegaron al poder y sirvieron como plataforma para catapultar a Gustavo Petro. (ver nota)
El resultado ha sido nefasto, los colombianos tuvimos que vivir los paros vandálicos de noviembre de 2019 y abril, mayo y junio de 2021 donde grupos terroristas como la Primera Línea o el ELN incendiaron estaciones y buses de TransMilenio, locales comerciales, CAIS y estaciones de Policía, el Palacio de Justicia de Tulúa, degollaron a un ingeniero en el Portal de Las Américas, provocaron la muerte de un bebé en Tocancipá al no permitir avanzar una ambulancia, dejaron a Cali y el Valle del Cauca en ruinas y generaron pérdidas millonarias a la enconomía nacional que llegaron a $11.8 billones de pesos al 6 de junio de 2021, además de una ruptura en la cadena productiva lo que hoy día se sigue pagando con la disparada de la inflación. (ver nota)
Ya quedó comprobado que todas las voces de alerta que advirtieron la peligrosidad del proyecto chavista de Petro y que muchos ‘sabios’ de izquierda, intelectualoides de pacotilla, defensores de lo políticamente correcto, pacifistas y actores entre otros descalificaron, eran más que ciertas y por eso a poco más de un año de haber llegado el comunismo al Poder Ejecutivo en Colombia, la desaprobación de Petro pasa el 60%.
Pero ahora analizando el flagelo del comunismo desde la perspectiva de la sana doctrina católica y el Magisterio, hay que recordar que esta ideología política ha sido condenada por la Iglesia. El Papa Pío XI, en la Encíclica ‘Divini Redemptoris’, sobre el comunismo explicó: “El comunismo, es un satánico azote cuyo objetivo es derrumbar radicalmente el orden social y socavar los fundamentos mismos de la civilización cristiana, constituyendo una realidad cruel o una seria amenaza, que supera en amplitud y violencia a todas las persecuciones que anteriormente ha padecido la Iglesia”. (ver nota)
Por otra parte, vemos claramente que la extrema izquierda, sus candidatos, activistas y caudillos van en contra vía del cristianismo, pues al promover el culto absolutista por el Estado pisotean el amor de los hombres hacía Dios, al mismo tiempo las libertades que Dios le ha dado a los hombres son robadas por el comunismo y su naturaleza depredadora.
Por eso hoy cuando Colombia, un país de mayoría católica, donde también hay población afiliada a denominaciones cristianas de tendencia protestante, la ciudadanía tiene la opción de rechazar y castigar electoralmente el socialismo que salió victorioso en 2019 y 2022, y no votar por las listas y candidatos del Pacto Histórico y los demás partidos miembros del Foro Sao Paulo o la Internacional Socialista, como el Partido Verde, el Polo Democrático, el Partido Liberal, Comunes (FARC) o la Unión Patriótica entre otros.
Ya es hora de dejar la doble moral, doble moral que, aunque afecte todas las esferas de la sociedad, inevitablemente desembocará en la condenación de las almas, por eso, este domingo no se puede salir de la Santa Misa, para luego ir a votar por el Pacto Histórico, Gustavo Bolívar y sus secuaces, como quien dice no podemos prenderle una vela a Dios y otra al Diablo.