El proyecto socialista de Gustavo Petro es un camino que claramente va en contravía de los valores y pilares cristianos.
Llegó la hora cero para que Colombia elija si quiere seguir viviendo en una democracia libre, con muchas cosas por mejorar o en una tiranía perfecta de extrema izquierda que pulverizaría las libertades individuales de cada ciudadano, entre ellas la libertad de religiosa.
Y es que no hay que ir muy lejos para darse cuenta que entre las dos opciones que tiene el electorado colombiano, hay una que representa insertar al país en el laberinto miserable y sin salida que es el Socialismo del Siglo XXI, claramente es la que representa Gustavo Petro.
Si apelamos a la teología básica, la cual se materializa en los Diez Mandamientos de la Ley Dios, el candidato de extrema izquierda a través de sus actos pasados y a través de su actual proyecto político viola y ha violado varios de ellos.
Obviamente no nos centraremos en los cuatro primeros, ni en el Sexto, ni en el Noveno porque estos hacen parte, de la intimidad que cada persona tenga con Dios, por ende, no son de carácter público.
Por el contrario, mandamientos como el Quinto, el Séptimo, el Octavo, y el Décimo, si tienen que ver en la vida pública de un político o servidor público, pues estos van en afectación directa de la sociedad.
El Quinto mandamiento es no matar, y es que alguien que se alzó en armas siendo miembro de una organización narcoterrorista como lo fue el M-19, la cual hizo toda clase de violaciones a los derechos humanos, como la vida, honra y dignidad de las personas, sabrá en el fondo de su conciencia si transgredió con sus actos la vida de las víctimas de esa guerrilla marxista.
Ahora bien, ya en la faceta política, Petro y Francia Márquez están de acuerdo con el aborto, la ideología de género, el suicidio asistido, la eutanasia y la legalización de la droga, estas prácticas, no solo matan de manera física, sino que también matan de manera moral a los integrantes de la sociedad, y eso está explícitamente en contravía del Quinto mandamiento.
El Séptimo y el Décimo mandamiento son respectivamente, No robar y No codiciar los bienes ajenos, y por eso vale la pena remontarse a las extorsiones, chantajes y secuestros que hizo el M-19 a través de sus diferentes miembros a muchos colombianos. Ahora de vuelta a 2022 vale la pena recordar que Petro en su programa de gobierno, ha dicho que quiere apoderarse de la propiedad privada y el ahorro pensional de los colombianos, usando eufemismos como la palabra “democratizar” o creando impuestos impagables, esto lo convierte en un ladrón en potencia, y tal como Hugo Chávez lo hizo en Venezuela con sus famosas expropiaciones, la nefasta palabra “democratizar” no es más que un robo disfrazado.
El Octavo mandamiento, es No darás falso testimonio ni mentirás, y en ese aspecto Petro y su campaña han dado una muestra al país como a través de mentiras, calumnias o injurias han destruido la honra y dignidad de personas como Fico Gutiérrez, Sergio Fajardo o Rodolfo Hernández entre muchos otros, lo han hecho usando falsos testimonios, información manipulada y noticias falsas, todo esto, difundido a través de los medios de comunicación y redes sociales, así quedó demostrado en los ‘Petro Videos’ que la Revista Semana en cabeza de su directora Vicky Dávila, expuso ante la opinión pública, el material audiovisual habla por sí solo.
Dejando atrás los Mandamientos, pasemos a la parte de la libertad religiosa, y por eso es bueno recordar que colectivos petristas encabezados por la terrorista alias ‘Simona’, irrumpieron en la Catedral Primada de Bogotá en el mes de marzo de 2022, profanando la Eucaristía que se celebraba en ese momento, y antes, en marzo de 2021 otros colectivos afines a la extrema izquierda que converge en torno a Petro, intentaron incendiar la iglesia de San Francisco en Bogotá.
Ahora pasando a los asuntos de ética, miremos quiénes son los pilares del ‘Pacto de la Picota’ y encontraremos a los corruptos Piedad Córdoba, Roy Barreras, Armando Benedetti, Juan Manuel Santos y todo su gabinete, los ex terroristas de las FARC encabezados por alias Timochenko y alias Tornillo, las organizaciones terroristas Primera Línea, ELN, Clan del Golfo y Nueva Marquetalia, el chavista Diosdado Cabello y todas las organizaciones comunistas globales con el Foro de Sao Paulo, la Internacional Socialista o el Grupo de Puebla entre muchos otros.
No podríamos dejar pasar de largo, que tanto Petro como Francia Márquez, practican actos de brujería, lo hacen de manera personal, privada y pública, al igual que muchos de sus colectivos. La última manifestación fue el pasado 11 de junio en las principales plazas públicas de Colombia, empezando por la Plaza de Bolívar.
Para finalizar, es muy importante recordar, que el comunismo a lo largo de su existencia lleva 150 millones de muertos, y que fue condenado en varias oportunidades por la Iglesia Católica, la más vehemente condena fue en la encíclica ‘Divini Redemptoris’ de SS Pio XI, la cual considera el comunismo como intrínsecamente perverso. Aquí un aparte: “El comunismo, es un satánico azote cuyo objetivo es derrumbar radicalmente el orden social y socavar los fundamentos mismos de la civilización cristiana, constituyendo una realidad cruel o una seria amenaza, que supera en amplitud y violencia a todas las persecuciones que anteriormente ha padecido la Iglesia”.
Por todo lo anterior, y muchas razones más, es evidente que el proyecto político de Gustavo Petro, es totalmente anticristiano y, por ende, todo aquel que realmente tenga a Cristo como centro de su vida, no puede ser cómplice de este entramado que solo busca la miseria para Colombia.
Si quieres recibir noticias de actualidad sobre la Cultura de la Vida, te invitamos a seguirnos en nuestro CANAL DE TELEGRAM haciendo clic AQUÍ.