Las niñas están siendo etiquetadas como "transfóbicas" por oponerse a que los chicos usen los vestidores de chicas en su escuela. Los síndicos de las juntas escolares en contra de los padres que defienden la intimidad de sus hijas.
Érase una vez, los ideales clásicos eran la base de toda educación. Sócrates definió la educación como enseñar a los hombres a amar lo bello. Gran parte del funcionamiento diario de esta escuela clásica refleja el de sus contrapartes de escuelas públicas tradicionales, con la diferencia de que aún mantiene este propósito de educación y el resultado es hermoso.
Las niñas están siendo etiquetadas como "transfóbicas" por oponerse a que los chicos usen los vestidores de chicas en su escuela. Los síndicos de las juntas escolares en contra de los padres que defienden la intimidad de sus hijas.
Érase una vez, los ideales clásicos eran la base de toda educación. Sócrates definió la educación como enseñar a los hombres a amar lo bello. Gran parte del funcionamiento diario de esta escuela clásica refleja el de sus contrapartes de escuelas públicas tradicionales, con la diferencia de que aún mantiene este propósito de educación y el resultado es hermoso.
Las niñas están siendo etiquetadas como "transfóbicas" por oponerse a que los chicos usen los vestidores de chicas en su escuela. Los síndicos de las juntas escolares en contra de los padres que defienden la intimidad de sus hijas.
Érase una vez, los ideales clásicos eran la base de toda educación. Sócrates definió la educación como enseñar a los hombres a amar lo bello. Gran parte del funcionamiento diario de esta escuela clásica refleja el de sus contrapartes de escuelas públicas tradicionales, con la diferencia de que aún mantiene este propósito de educación y el resultado es hermoso.
Las niñas están siendo etiquetadas como "transfóbicas" por oponerse a que los chicos usen los vestidores de chicas en su escuela. Los síndicos de las juntas escolares en contra de los padres que defienden la intimidad de sus hijas.
Érase una vez, los ideales clásicos eran la base de toda educación. Sócrates definió la educación como enseñar a los hombres a amar lo bello. Gran parte del funcionamiento diario de esta escuela clásica refleja el de sus contrapartes de escuelas públicas tradicionales, con la diferencia de que aún mantiene este propósito de educación y el resultado es hermoso.
Las niñas están siendo etiquetadas como "transfóbicas" por oponerse a que los chicos usen los vestidores de chicas en su escuela. Los síndicos de las juntas escolares en contra de los padres que defienden la intimidad de sus hijas.
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Érase una vez, los ideales clásicos eran la base de toda educación. Sócrates definió la educación como enseñar a los hombres a amar lo bello. Gran parte del funcionamiento diario de esta escuela clásica refleja el de sus contrapartes de escuelas públicas tradicionales, con la diferencia de que aún mantiene este propósito de educación y el resultado es hermoso.
Una visión del mundo basada en especulaciones y no en la realidad, no sólo carecería de fundamentos, sino que daría lugar a fantasías ideológicas y utópicas, sobre las cuales se pretenderá reinterpretar el lugar y el valor de la Persona en el mundo.
"Según el diccionario, ‘gil’ es una persona lenta, a la que le falta viveza y picardía, aunque ya sabemos que ´laburante’, ‘tipo honesto’, ‘gente que cumple las normas’, terminan siendo sinónimos de ‘gil’, pero, un día, el abuso al que estamos acostumbrados los giles se convierte en una verdadera patada en los dientes y uno dice: ¡Basta!”
...aunque un ateo, agnóstico o deísta puedan ser defensores de la vida y deban ser acogidos en los movimientos pro-vida pues la causa es común, lo cierto es que ninguna de las tres posturas ofrece argumentos de peso contra la despenalización o potencial legalización del aborto, ya que si Dios no existe (ateísmo), si su existencia no es comprobable (agnosticismo) o si existe, pero no interviene en el mundo ni creó leyes morales eternas (deísmo) ―nociones de Dios bastantes comunes en la sociedad actual― la ley positiva queda sin referente ni criterio para tener un determinado contenido moral y, por tanto, quedará a merced del poderoso de turno y de los grupos de presión o, como en el caso de Colombia, de unas cortes inicuas...