Este jueves, manifestantes anticristianos simpatizantes del partido de gobierno, Movimiento Al Socialismo (MAS) protestaron en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz contra la Iglesia Católica. Los progresistas acudieron a la marcha convocados por un anuncio anónimo que circuló desde algunas organizaciones masistas como la Red Wiphalas o Bolivia de Pie. Pintarrajearon y pegaron carteles en los templos y destruyeron figuras de santos.
Entidades privadas y estatales defendieron las protestas anticristianas. Algunas de ellas fueron la Asamblea Permanente de Derechos Humanos y el periódico masista Cambio:
Los manifestantes, según sus propias palabras, protestaron por los casos de pedofilia que involucran a algunos sacerdotes jesuitas y que fueron recientemente revelados por el periódico progresista español El País. Desde el 30 de abril, la prensa boliviana a favor y en contra del gobierno del MAS ha ocultado el motivo principal de la pederastia del fallecido padre Alfonso Pedrajas: su homosexualidad. En su lugar, se ha centrado en el hecho de que era sacerdote, lo cual causó la ocasión perfecta para que las organizaciones criminales progresistas agredan a la Iglesia en diversas oportunidades.
En la ciudad de La Paz, alrededor de las 19:00 Hrs, varios manifestantes agredieron a dos jóvenes paceños que pasaban por la iglesia San Francisco, ubicada en la plaza principal. Los muchachos quisieron ayudar a una mujer de la tercera edad, indignada contra las blasfemias e irreverencias, que quitaba carteles anticristianos que los progresistas colocaron en el lugar.
Los manifestantes agredieron a los jóvenes quitándoles los barbijos y gritándoles «¡Camachistas!», «¡cruceños!», lo cual reveló la verdadera naturaleza de la protesta. Con frecuencia, los simpatizantes y militantes del MAS promueven el prejuicio de que los habitantes de la región de Santa Cruz son racistas y que odian a los indígenas, y que todos los cruceños obedecen ciegamente a su actual gobernador Luis Fernando Camacho, acusado por realizar un golpe de Estado contra Evo Morales en 2019.
Varios medios de comunicación bolivianos cubrieron estas protestas pero no dijeron nada sobre la Marcha Provida y Profamilia del lunes, 15 de mayo, que congregó a mucha más gente que los progresistas en más ciudades del país, contra el aborto y contra la ideología de género. El canal televisivo estatal y servil al régimen del MAS, Bolivia TV, fue el más hostil en su anticristianismo, puesto que mostró las manifestaciones como indignación orgánica de la población:
Otros medios estatales, como Ahora el Pueblo, o incluso privados favorables al MAS, como Abya Yala TV o La Razón, también sacaron a relucir su odio contra la Iglesia Católica al enfocar el repudio en la Iglesia y no en la homosexualidad de los jesuitas pederastas ni en la violencia criminal de los manifestantes:
Por otro lado, periódicos opositores, como el cochabambino Opinión, respaldaron al gobierno en su persecución contra el cristianismo:
Otro periódico que se opone al gobierno del MAS pero que comparte sus principios contrarios al orden natural, como Los Tiempos de Cochabamba, también se inclinó al anticristianismo:
En su web, el canal televisivo progresista Bolivisión por lo menos tuvo la decencia de enfocar la noticia en la violencia de los manifestantes progresistas:
Las cabezas de la hostilidad anticristiana desde el gobierno boliviano durante estas semanas son: Gabriela Alcón (viceministra de Comunicación), María Nela Prada (ministra de la Presidencia) y Nadia Cruz (viceministra de Igualdad de Oportunidades, asesina criminal de un niño dentro del vientre de una joven en noviembre de 2021). El Ministerio de Educación anunció que iba a intervenir en los acuerdos con las escuelas que tienen convenio con la Iglesia Católica, en lugar de ocuparse de la verdadera causa de la pederastia: los antros homosexuales y la mafia sodomita infiltrada en la jerarquía eclesiástica.
Se espera que la persecución contra la Iglesia en Bolivia impulsada por el gobierno de Luis Arce Catacora alcance mayores dimensiones. Hasta el momento, la Conferencia Episcopal Boliviana, así como diversas diócesis y arquidiócesis del país, han reiterado en varias oportunidades su voluntad de cooperar con las investigaciones a los jesuitas pederastas para que reciban el castigo de la ley, pero los medios de comunicación no le prestan suficiente atención a esto.
