La debilidad en la opinión pública de los candidatos que se enfrentarían a Petro en las elecciones presidenciales, fortalecen la hipótesis de una candidatura presidencial de Vargas Lleras, en fórmula con Dilian Francisca Toro.
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Quienes trabajaron en la campaña de 2018 cuentan que hay bastante movimiento, y que se están organizando para el 2022 a lo largo de la misma alianza de 2018, entre el Partido de la U y Cambio Radical.
Y es que la mala imagen que le dio a Vargas Lleras el coscorrón a su guardaespaldas, a la cual muchos atribuyen la desinflada del candidato en 2018, hoy podría jugar a su favor, dado el temor de la población por la inseguridad y la amenaza del terrorismo urbano representado en la “Primera Línea”.
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La debilidad del Gobierno Duque, sumada a las luchas intestinas por el rumbo de un Centro Democrático sin Uribe, el desgaste de Sergio Fajardo y la falta de reconocimiento a nivel de nacional de candidatos como Federico Gutiérrez o Alejandro Gaviria, podría darle alas a la candidatura de Vargas Lleras.
El exvice de Santos contaría nuevamente con el respaldo de 28 senadores (14 de la U, luego de la expulsión de Benedetti y Roy Barreras, y 16 de Cambio Radical), aunque como se vio en 2018, esto no se traduce automáticamente en votos para la fórmula presidencial.
En 2018 Vargas Lleras se presentó con una plataforma cercana a los valores cristianos, con propuestas como la creación del Ministerio de la Familia, como un guiño a la plataforma de la Misión Carismática Internacional, que sonsacó al Centro Democrático en esas elecciones, pero al mismo tiempo se pronunció como un abanderado de la eutanasia, y duro crítico de la Iglesia católica, precisamente por su defensa de la sacralidad de la vida humana.