Queridos amigos hispanohablantes de todo el mundo. Soy Sara Winter, ex feminista brasileña, actualmente católica, mamá de un hijo de 5 años.

Muchos de ustedes me conocen. Ya estuve dando conferencias en Paraguay, Argentina, Colombia, Ecuador, México, Uruguay, Perú, Guatemala e El Salvador. El año pasado durante la pandemia, La Suprema Corte de Brasil intentó legalizar el aborto, así como muchas otras en toda latino América. Las políticas de lockdown también han matado millares de personas de hambre.

Decidí organizar un campamento en frente el congreso nacional con millares de personas en contra el intentó de legalización del aborto en mi país, contra el lockdown y contra el intentó de impeachment del presidente Bolsonaro.

Nuestros actos siempre fueron pacíficos. No hizo ningún tipo de invitación a la violencia a personas o al patrimonio público. Al total juntamos más de 40 mil personas en Brasilia, la capital del país. En el día 27 de mayo de 2020, la Suprema corte Brasileña ordenó a la policía que adentrarse las casas de los 26 más grandes apoyadores de Bolsonaro y nos llevarse nuestros electrónicos, como computadoras y teléfonos.
Día 15 de junio, la Suprema Corte ordenó la prisión de 9 personas inocentes, yo soy una de ellas. Nos consideraron peligro a la seguridad nacional de Brasil. Nos meterán a la cárcel con otros criminales por 10 días.

Mi cumpleaños es día 18 de junio, lo cumplo en la cárcel, sola, con hambre, frío e miedo, con un perro. Día 24 de junio de 2020 nos quitaron de la cárcel, pero nos ordenaron medidas cautelares para no dejar nuestras casas e utilizarnos tobillera electrónica para ser monitoreados 24h al día. No puedo salir para nada. No puedo ir al súper, farmacia. Ni siquiera puedo salir para consultas médicas, tampoco llevar a mi hijo. Desde enero pido que me dejen salir para llevar mi hijo al psicólogo, pues hace un ano que esta arrestado en casa conmigo.

Se siente triste. Mira a los niños al otro lado de la calle jugando en el playgroung y no puede ir. No puede salir siquiera para cortar su pelo. Hace 2 meses que tiene crisis de nervios y entendí autoflagelarse con plumas y otros objetos: EL TIENE SOLO 5 AÑOS. Recién descubro una pelotita en mis partes íntimas. No sé qué es. Puedo no ser nada, pero puede ser un cáncer y no me dejan ir al medico.

Quieren matarme!! La Suprema Corte ordenó el cierre de TODAS mis redes sociales. Ya no estoy más en Facebook, Twitter, YouTube o Instagram. Recién abrí un nuevo perfil en instagram en español que los dejo @sarawinter.es En diciembre la Suprema corte ordenó la prisión de mi mejor amigo, Oswaldo Eustáquio (brasileño y paraguayo) el más grande periodista investigativo de Brasil y apoyador de Bolsonaro. Oswaldo descubrió un esquema de corrupción de la esposa de uno de los ministros de la Suprema corte.
Lo mandarán a la cárcel donde la policía lo pegó mucho. Hoy encuentras encuentras su casa con tobillera electrónica también, pero lo dejaron parapléjico, en silla de ruedas. La Suprema Corte también lo prohibió de dar entrevistas y quito sus redes sociales.

También en diciembre la policía entregó a la Suprema Corte un relato confirmando que después de meses de investigación no hay NADA, ningún delito de mi parte y que no hay razón para mantenerme así, pero así sigo.

En febrero un diputado nacional llamado Daniel Silveira, el más cercano de Bolsonaro, su amigo y fiel político, también fui llevado a la cárcel por orden de la Suprema Corte, después de gravar un video donde decía que el pueblo brasileño no más iría tolerar su totalitarismo. Después de un mes en la cárcel, sigue ahora en su casa con tobillera eléctrica e también prohibido de utilizar sus redes sociales o conceder entrevistas. El día 10 de Marzo de 2021 perdí un juicio a una militante abortista porque la llamé “abortista”.

La señora se llama Débora Diniz, y es la responsable por traer las cursos e aparatos abortivo a Brasil. La corte me condenó a pagarla alrededor de 15 mil dólares, pero como yo no tenía este dinero, me quitaron lo que yo tenía y bloquearon mi cuenta bancaria. Todo dinero que yo tenia se fue a una abortista y todavía me falta unos 5 mil a pagar, pero no tengo. Mientras no pague, sigo sin me cuenta bancaria.

Estoy desesperada, hundida en depresión, sin saber que hacer, como salir de eso. Bolsonaro era muy cercano. Muchas veces enviaba a nuestro campamento diputados para darnos coordenadas de acción. Pero después de las prisiones se acobardó. Nos olvido. No hace nada por nosotros, ni siquiera el diputado que era más cercano de él, no lo ayudó. Ha hecho muchos acuerdos con el “centro” de la política para sobrevivir a su mandato y incluso ha nombrado para la Suprema corte un nuevo ministro a favor del aborto.

La mayoría de la gente en Brasil lo sigue amando y idolatrando como se fuera un Dios, pues esta cercano del pueblo y es muy popular. Pero mucha gente se decepcionó con el, ya que nada do que prometió fui cumplido. El intenta, pero la Suprema Corte lo corta. Se acabó convertido solamente en un símbolo, pero no gobierna Brasil. Brasil es gobernado por la Suprema Corte que decide todas las cosas y Bolsonaro no tiene coraje suficiente para enfrentarlos. Este es el resultado: sus apoyadores fieles están atestados, enfermos, parapléjico, censurados. Yo soy una de ellos.

Grito por ayuda, por favor. Yo soy Conferencista. Quiero trabajar, solo esto. Les envío mi portafolio de Conferencias con contacto telefónico y correo. Puedo dar clases particulares también, cualquier cosa para que yo pueda pagar mi alquiler y poder contratar a alguien que pueda pasear y jugar en la calle con mi hijo. Me encuentro en desespero. Si no fuera por mi hijo, me gustaría cometer suicidio, pero no puedo, tengo que pasar por este martirio, pelo no aguanto más estar sola. Por favor compartan mi portafolio de Conferencias y me regalen una oportunidad de trabajo.

Se por acaso alguien conocer un abogado internacional que pueda ayudarme e llevar mi condición a la OEA, les suplico ayuda.

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