Monseñor Luis Manuel Alí, Obispo Auxiliar de Bogotá, asiste a la Asamblea de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, en Roma, que convocó al primer panel internacional de víctimas de abuso sexual. El objetivo es escucharlas para establecer políticas preventivas en las iglesias locales, como la que lidera el también psicólogo clínico a través de la nueva Oficina para la Promoción del buen trato a menores en la Arquidiócesis de Bogotá.
Solo hasta este domingo se harán públicas, oficialmente, las conclusiones de la Asamblea de la Comisión Pontificia para la Protección de menores que convoca a sus 16 integrantes, entre ellos al colombiano Monseñor Luis Manuel Alí, Obispo Auxiliar de Bogotá. No obstante, se prevé que el primer panel internacional de víctimas de abuso sexual, que se realiza este jueves, marque un hito para el desarrollo de políticas preventivas a cargo de la Comisión.
Como Monseñor Alí le explicó en exclusiva a Razón+Fe, desde Roma, “este panel pretende ser un estamento permanente que siempre esté en diálogo con la Comisión para que nuestra consigna, ‘las víctimas primero’, siga siendo central en todos nuestros programas educativos. El nombre de las víctimas y familiares que conformarán este panel no nos está permitido revelarlo, aunque es probable que ellos autoricen a darlo en el comunicado del próximo domingo, solo si están de acuerdo”.
La utilidad del International Survivor Advisory Panel (ISAP) o «Grupo Consultivo Internacional de Supervivientes», que sesionará de manera privada, radica en que al escuchar directamente a varias víctimas de abuso sexual clerical los comisarios tendrán más elementos para proponer las estrategias de prevención, protección y atención que las iglesias locales deberán implementar en lo que se ha denominado la política de “tolerancia cero” con estos casos.
En efecto, Monseñor Alí promovió en la Arquidiócesis de Bogotá la creación de la Oficina para la Promoción del buen trato a menores, que con un equipo multidisciplinar está desarrollando una ruta de atención para parroquias, colegios y demás instituciones católicas donde puedan presentarse presuntos casos de abuso a menores de edad. Una de las directrices, por ejemplo, es que la trabajadora social de la Oficina acompañe al acudiente del niño afectado hasta donde una autoridad civil para que este interponga la respectiva denuncia penal y civil.
From #PCPM member @MonseLuismAli a #safeguarding office opens in Archdiocese of Bogotà, our duty to protect the vulnerable from abuse, an ongoing commitment @TutelaMinorum @CCP_Rome https://t.co/VXNFUtfUDw
— PCPM (@TutelaMinorum) 12 de abril de 2018
Vale recordar que la Comisión “antipederastia”, creada por el Papa Francisco en 2014, funciona como asesor técnico de la Santa Sede y, por ende, no juzga los casos de sacerdotes investigados (esto le corresponde a la Congregación para la Doctrina de la Fe), de modo que este panel no persigue el objetivo de los procesos canónicos de los implicados. En cambio, el encuentro que el Papa tendrá los próximos 28 y 29 de abril con tres chilenos, víctimas de abuso sexual, sí tendrá incidencia en el caso que el Vaticano desarrolla contra el Obispo Juan Barros por encubrimiento.
El Papa admitió que se equivocó en caso de Barros
Aunque el enfoque central de la Comisión es generar políticas de prevención de abusos y atención a víctimas, durante esta Asamblea también se ha hablado del sonado caso de Monseñor Barros, luego de que el Papa Francisco les enviara una carta a los obispos de Chile reconociendo que: “he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada”.
En su reciente viaje al país suramericano, el Sumo Pontífice dijo que no había pruebas de que el Obispo hubiera encubierto al sacerdote Fernando Karadima, culpable por abusos sexuales. “Ya desde ahora pido perdón a todos aquellos a los que ofendí”, agregó. Además, convocó a los obispos chilenos a Roma “con el objetivo de hacer resplandecer la verdad” y se espera alguna medida ejemplar contra Monseñor Barros.
Esto marca un antecedente para el resto de países donde han escandalizado los presuntos casos de abuso sexual, como el que en marzo pasado atizó La W Radio, responsabilizando al Arzobispo de Medellín de supuesto encubrimiento a sacerdotes pederastas. Así como es una oportunidad, en palabras del Papa: “las dificultades presentes son también una ocasión para restablecer la confianza en la Iglesia, confianza rota por nuestros errores y pecados y para sanar unas heridas que no dejan de sangrar en el conjunto de la sociedad chilena”.