En medio de una campaña convocada por el Arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, por la conversión de los políticos abortistas, enfocada específicamente en la líder de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, el Papa Francisco se reunió con ella, mostrando una especial cercanía.
Muchos han comparado este encuentro con el que el Papa tuvo con Donald Trump, el presidente americano que más ha promovido la Cultura de la Vida, a quien Su Santidad se opuso activamente en ambas campañas presidenciales.
El gesto de desagrado del Papa con la visita de Donald Trump fue muy comentado, y en una entrevista que le realizó Jordi Évole se burló del encuentro diciendo que su mala cara se explica porque “estaría mal del hígado”.
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El apologista católico americano, Taylor Marshall, llamó la atención sobre el extraño apretón de manos entre Francisco y Pelosi, y la supuesta intención de hacerlo evidente ante los medios.
Otros han anticipado cómo este encuentro será utilizado políticamente por la líder abortista, y cómo debilitará la campaña de los obispos americanos de pedir coherencia a los políticos que se identifican como católicos y, en especial, restaurar el respeto por la Eucaristía, la cual es recibida públicamente por abiertos contradictores de los fundamentos de la ética católica (vida, familia, fe y libertad).
“I am a Catholic in good standing…see how the pope greeted me”
— Steven O’Reilly (@S_OReilly_USA) October 11, 2021
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