De izquierda a derecha: Guillermo Arango (P. Somos), el concejal Marco F. Ramírez y Henry Gómez (P. Somos). Foto: Felipe Santana.
Convocados por la plataforma ciudadana Unidos por la Vida, cinco candidatos al Congreso sumaron su voz de inconformidad por la decisión de la Corte Interamericana de DD. HH. que pretende imponer el “matrimonio gay” en 20 países, entre ellos Colombia, donde todavía no está legislado como tal. “Más que aprovecharse de un plantón en campaña política, se están comprometiendo con la vida y la familia”, afirmó Jesús Magaña, líder de la manifestación.
“Es hora de pararnos y tener el coraje de decir ‘no’ al aborto y al matrimonio homosexual”, dijo Miguel Gómez, candidato al Senado por el Partido Conservador; “reclamaremos porque no fue una decisión jurídica, sino ideológica”, agregó su colega, Andrés Forero; y Guillermo Arango, aspirante a la Cámara de Representantes por el Partido Somos, remató: “los núcleos familiares: papá, mamá e hijos, son los que permiten el desarrollo de un país y no se pueden perder”.
Estos tres candidatos al Congreso, quienes llegaron al “ruedo” político en la actual contienda electoral por caminos muy diferentes, se encontraron el martes 30 de enero frente a la Cancillería o Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, en Bogotá, para apoyar el Manifiesto por la soberanía de los estados americanos en contra de la “Opinión consultiva sobre identidad de género, y no discriminación a parejas del mismo sexo”, emitida en noviembre pasado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), órgano judicial de la OEA.
Las implicaciones de este pronunciamiento para Colombia, donde el lobby gay logró que en abril de 2016 la Corte Constitucional fallara a favor del matrimonio civil para parejas del mismo sexo, sí son graves, según Jesús Magaña, Director de Unidos por la Vida (UxV).
“En nuestro país no existe una legislación sobre el ‘matrimonio homosexual’, y si el Congreso no se ha manifestado es porque con su silencio está diciendo que no está de acuerdo con la Corte Constitucional. Con su respuesta, la Corte Interamericana está presionando para que haya esa legislación, afirmando además que la opinión consultiva es vinculante para todos los países, cuando no lo es”, explicó el también líder del plantón en Colombia.
Ese mismo día, de hecho, ciudadanos de Estados Unidos, México, Argentina, Ecuador, Perú, Brasil, Panamá y El Salvador también protestaron frente a las respectivas cancillerías, señalando que la CIDH se extralimitó y está violando la soberanía de los países que suscribieron la Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José. En Bogotá acudieron igualmente estudiantes universitarios, e incluso la ministra María Ángela Holguín escuchó personalmente al candidato Forero, comprometiéndose a revisar el tema.
Autoridad y coherencia en la vida pública
Magaña destacó que varios candidatos al Congreso hubieran atendido el llamado que les hicieron desde UxV: “más que aprovecharse de un plantón en campaña política, se están comprometiendo con la vida y la familia, dispuestos a arriesgar el pellejo con tal de mantener las convicciones que nacen de su corazón. Además, quisimos que fuera pluripartidista, porque la lucha por la vida y la familia no es un asunto de partidos, sino de principios”.
A la protesta también fueron José Jaime Uscátegui, candidato a la Cámara de Representantes por el Centro Democrático; Henry Gómez, aspirante al Senado por el Partido Somos, y Marco Fidel Ramírez, concejal de Bogotá (partido Opción Ciudadana).
“Estas manifestaciones son una constancia histórica y les decimos a las autoridades que atiendan el llamado ciudadano, y no la injerencia de organismos internacionales”, aseveró Ramírez, autodenominado “concejal de la familia”. El también pastor protestante, quien lleva siete años en la corporación pública denunciando asuntos como el “aborto express”, opinó que si los políticos quieren enarbolar las banderas de la vida y la familia deben demostrar “autoridad moral”, con su propio testimonio de vida, y “autoridad legal”, con conocimiento de causa.
De ahí el reto que han asumido sus colegas que aspiran al Congreso, sobre todo de mantener sus convicciones e innegociables en estos asuntos si llegan a quedar electos:
-Miguel Gómez, al Senado, P. Conservador. “Soy católico practicante, un pecador, un hombre que intenta seguir los principios del amor”. Fue representante a la Cámara por Bogotá (2010-2014, Partido de la U) y promotor de la revocatoria del exalcalde de Bogotá Gustavo Petro.
-Andrés Forero, al Senado, P. Conservador. Llegó a la candidatura en alianza con Laicos por Colombia (el cual tuvo representación en el Senado con Carlos Corsi de 1991 a 2002) y se promueve como el “candidato católico por la dignidad humana, la convivencia y la familia”.
-Henry Gómez, al Senado, P. Somos. Pertenece al movimiento católico Lazos de Amor Mariano, donde ha sido directivo en Bogotá y en el cual están comprometidos más de 6.000 laicos en el país.
-Guillermo Arango, a la Cámara de Rep. por Bogotá, P. Somos. Es comerciante y también pertenece a Lazos de Amor Mariano. “Si la politiquería ha permeado nuestro país, es el momento de que nosotros, temerosos de Dios, participemos activamente”.
-José J. Uscátegui, a la Cámara de Rep. por Bogotá, CD. Hijo del general (r) Jaime H. Uscátegui (condenado por masacre de Mapiripán), militó primero en el P. Conservador, con el cual se lanzó a la Cámara en 2014, y pasó al CD movido por el plebiscito del 2 de octubre de 2016.