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Entrevista al cardenal holandés Willem Jacobus Eijk:
“La secularización arrasó con la práctica religiosa en Países Bajos”.
El cardenal holandés Willem Jacobus Eijk concedió una entrevista al portal Communio donde narró cómo la rápida secularización durante la década comprendida entre los años 1965 y 1975 diezmó la práctica religiosa en Países Bajos.
Según Eijk, la secularización ha provocado que las personas se aíslen y vivan de forma más individualista:
«Los individuos se sitúan a sí mismos en el centro y se convierten,
por así decirlo, en su propio Papa».
Leve repunte en la participación de sacramentos
No obstante, el cardenal señaló que en muchas parroquias hay numerosos grupos de confirmación y cursos de preparación al matrimonio. «Hablan sobre la teología del cuerpo y las enseñanzas de la Iglesia sobre la anticoncepción y el control natural de la natalidad. Los participantes, en su mayoría jóvenes, reaccionan positivamente«.
Además, cada vez más jóvenes solicitan el bautismo o la confirmación: «No son cifras enormes, pero es una señal positiva. Algo está en juego. Esta generación no tiene criterios para diferenciar entre el bien y el mal. No tiene un punto fijo en la vida y no sabe cuál es su propósito. Pero estas preguntas surgen de forma natural», afirmó.
Su posición frente al Sínodo
Sobre el Sínodo, Eijk subrayó que en su diócesis primaron el diálogo y la oración, no las discusiones polémicas: «La gente, jóvenes y mayores, enfatizaron que necesitamos buenas celebraciones litúrgicas y catequesis«.
Asimismo, pidió seguir «un camino común» con la Iglesia universal y no desviarse. Citó la carta del Papa Francisco a la Iglesia en Alemania en 2019, donde advirtió sobre perder la unidad en la proclamación y con ello la credibilidad.
La respuesta a quienes piden reformas
Ante quienes en Alemania dicen que la Iglesia solo recuperará fieles cuando supere su «atraso» en reformas, el cardenal fue tajante: «Aquellos que causan confusión alejan a la gente de la Iglesia. De esta manera no traerás a nadie de vuelta. Quiero decir a los obispos de otros países: no cometáis este error, no cometáis nuestro error«.
La sociedad sin Dios
El cardenal Eijk también denunció los «intentos de ampliar la investigación sobre embriones y cambiar la legislación para permitir que los niños de 16 años determinen por sí mismos su género en sus pasaportes«. Señaló directamente como impulsores de esto a la ONU y la OMS.
El arzobispo de Utrech achacó a este rodillo secularizador la legalización del aborto o el aumento de eutanasias en Países Bajos.
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