En el Miércoles Santo, Disney+ lanzó una producción televisiva con el Papa Francisco, dirigida por Jordi Évole y Màrius Sánchez, llamada «Amén. Francisco responde». La charla inicia en las calles de Roma, donde se presenta a los diez jóvenes de habla hispana que se reunirán con el Papa, los cuales tienen apariecnias nada convencionales para encontrarse con un Pontífice de 86 años, como piercings, pelo de color morado, escotes y demás.
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Según han informado los representantes de Disney+, la entrevista fue grabada en junio de 2022, y la edición final contó con la aprobación del Sumo Pontífice: le «ha gustado al Papa» y «no censuró nada cuando le mostraron el montaje final», afirman.
La mayoría de los jóvenes reconocen no creer en nada, excepto un musulmán, una evangélica y una joven del Camino Neocatecumenal. Durante el documental de 120 minutos, la conversación se explaya en temas sexuales, por cuenta de los comentarios de una actriz porno, una ex monja lesbiana y una joven «no binaria», entre otros.
Évole, el director del programa que reconoce que «el Papa pidió, medio en broma, que al menos hubiese una católica». Y cumplieron su deseo al pie de la letra.
El Papa recibe agradecido la bandera abortista y LGTB
Del grupo de jóvenes, los únicos creyentes son un musulmán, una evangélica y una joven del Camino Neocatecumenal. Las «Católicas por el Derecho a Decidir» se sentirán representadas por una joven que se identifica como católica, pero que «acompaña a mujeres a abortar».
Se trata de una maquilladora de 22 años, a la que el Papa le dice «Te voy a llamar para que me hagas más lindo».
La joven se declara católica feminista y «por el derecho a decidir», y le pregunta al Papa: «¿Por qué la Iglesia quiere obstaculizar el derecho de las mujeres a abortar?», al tiempo que le entrega un pañuelo verde, símbolo del movimiento abortista, que además lleva bordado una bandera arcoíris.
El Papa ya había tenido una polémica antes por recibir una pañoleta abortista en 2018, en medio de lucha por despenalizar el aborto en Argentina.
En su momento el Vaticano rechazó el regalo que se hizo al Papa Francisco:
«Utilizar la entrega de un «regalo trampa» sin que el destinatario supiera qué era ni qué buscaba no parece muy honesto…», dijo en su momento la vicedirectora de la Sala de Prensa del Vaticano, Paloma Ovejero
Para entender mejor el significado de este gesto habría que preguntarse, si el Papa se encontrara con un joven católico neonazi o con un activo participante de marchas contra inmigrantes, y le regalara una bandera neonazi o confederada (del bando favorable a la esclavitud en los EE.UU.), ¿la habría recibido de la misma manera?
La recepción de la bandera por parte de la cabeza de la Iglesia católica, visualmente es un triunfo para el movimiento abortista, pues lo legitima.
En todo caso, el Papa le respondió a la joven con un cuestionamiento contundente:
«La Iglesia siempre acompaña, pero, ¿es lícito eliminar una vida humana para solucionar un problema? ¿o alquilar un sicario para que lo haga?»
– Papa Francisco
También optó por hacer una defensa científica de la causa provida:
«A los curas siempre les digo que cuando se acerca una persona en esa situación, con un cargo de conciencia, pues es dura la huella que deja un aborto en la mujer, que por favor no pregunten mucho y sean misericordiosos, como es Jesús…a una mujer que aborta no se la puede dejar sola, hay que acompañarla y no mandarla al infierno.
El problema del aborto hay que verlo científicamente y con cierta frialdad, cualquier tratado de embriología nos enseña que al mes de la concepción ya está delineado el ADN y los dibujos de los órganos, no es un montón de células que se juntaron, es una vida humana»
– Papa Francisco
Sin embargo, para algunos en el movimiento provida la respuesta parecerá insuficiente y amarga.
Podría haber sido mucho más persuasivo hablando sobre la belleza de la vida humana en gestación, invitar a tratar la vida como un don de Dios, desde una perspectiva cristiana, reafirmar la sacralidad de la vida y la maternidad, así como la dignidad de toda vida humana, independientemente de sus circunstancias.
También pudo haber reivindicado el papel histórico de la Iglesia al lado de los más vulnerables. Pero no fue lo que sucedió.
Sin embargo, apareció en escena María, la joven de 20 años del Camino Neocatecumenal, quien narra que también acompaña a las mujeres embarazadas a las clínicas de aborto, pero para que puedan cambiar de decisión y salvar así la vida de sus hijos.
Rodeada de activistas del otro bando, la joven espeta una reflexión profunda y llena de sentido común:
«¿Si no creen en la vida eterna, cómo le quitan la única vida que tienen?»
Ese cuestionamiento da lugar a un debate entre los jóvenes, frente al cual el Papa decide permanecer al margen.
Finalmente el Papa concluye:
«Me llama mucho la atención la sensibilidad que tienen, no la ‘sensiblería’, sino la sensibilidad. Pero conviene llamar a las cosas por su nombre, una cosa es acompañar y otra es justificar»
El tema provida termina con una acusación de hipocresía, realizada por Juan Cuatrecasas, un joven que se ha hecho famoso por denunciar sin evidencia, ser víctima de abuso sexual de un profesor de un colegio del Opus Dei. Lo que le ha significado a su familia el éxito económico, mediático, y por supuesto político con el Partido Socialista Español.
El profesor es un laico que fue primero absuelto y luego condenado a pesar no sólo de la carencia de pruebas, sino de las contradicciones en el relato de la acusación. Los peores abusos que ha sufrido han venido de parte de la Iglesia y el Vaticano, que ha cambiado las normas para juzgarlo sin jurisdicción (se le aplica un proceso para religiosos, a pesar de que no lo es), y sin derecho a conocer las pruebas del proceso canónico, ha sido condenado y le han pedido que lo reconozca. (Sobre el tema se puede ver el artículo «El Calvario de un Inocente, publicado en Hispanidad, y este otro en Aciprensa).
Cuatrecasas acusa:
«Todos son provida, pero en el tema de los abusos… la vida pasa a un segundo plano, hay bastante hipocresía».
El Papa aprovecha para elogiar el valor de este joven:
«Hace falta tener pantalones, porque que puedes ser acusado de difamar».
Al Papa no le preocupa el feminismo
A pesar de que desde el feminismo han arreciado las blasfemias, sacrilegios y ataques físicos a la Iglesia católica, sus ministros y sus fieles, el Papa decidió no descalificar el movimiento:
«¿Si yo no fuera feminista sería mejor cristiana?», pregunta Milagros.
«A mí lo que me interesa son los sustantivos, no los adjetivos. El bautismo se le da a una persona y yo creo en las personas», respondió el Papa.
Apto sólo para adultos
El programa está recargado con la temática sexual, gracias a las intervenciones de una actriz porno, una ex monja que se identifica como lesbiana y una joven «no binaria», por lo cual se debería clasificar como apto para mayores de 18 años.
A los menores de edad católicos que quieran vivir su fe no les aportará, sino que por el contrario puede alejarlos de la moral católica.
Cuando le preguntan si él sabe «¿qué es una persona no binaria?», el Papa asiente.
En todo caso la muchacha explica:
“una persona no binaria es aquella que no es ni hombre ni mujer o, al menos, no totalmente ni todo el tiempo”
Ante lo cual el Papa no controvierte ni ofrece la visión de la Iglesia sobre el tema, dando la impresión de que estuviera de acuerdo con la realidad de esas «identidades» subjetivas.
Y cuando le preguntan si sabe qué es Tinder, una aplicación de encuentros sexuales, el Papa reconoce que no, pero complementa: «siempre descubrir e ir más allá y eso hace bien».
Algo que medios como el Huffington Post interpretó como un aval del Papa a Tinder:
Sin embargo, es partidario de que los jóvenes usen Tinder porque «siempre descubrir e ir más allá y eso hace bien».
– Lo que más te impactará de ‘Amén. Francisco responde’, el documental de Évole con el papa
En el documental aparecen imágenes de dos chicas acariciándose en una cama, una de ellas le pregunta al Papa si si los trans y gays tienen espacio en la Iglesia.
A lo que el Papa responde con una durísima acusación contra los católicos que intentan ayudar a estas personas o vivir en castidad:
«Toda persona es hija de Dios, toda persona. Dios no rechaza a nadie, Dios es Padre.
Y yo no tengo derecho a echar a nadie, sino a recibir a gente…
Los que les leen el Evangelio para decir lo que dice Jesús… son infiltrados, que viven para condenar a los demás, porque no perdonan sus propias faltas»
Cuando Alejandra, una joven madre de Cali (Colombia) le cuenta que vive de hacer pornografía en internet, y que desde entonces su vida es más feliz y plena.
El Papa Francisco nuevamente opta por argumentos más humanistas, que éticos o religiosos:
«Sobre la comunicación es bueno que sea de persona a persona, y que la moralidad de los medios depende de para qué se usan…La pornografía disminuye, no hace crecer, el que hace uso de la pornografía disminuye humanamente. El que es adicto a la pornografía es como que fuera adicto a una droga que lo mantiene en un nivel que no lo deja crecer».
Por otro lado, el Sumo Pontífice se aparta de un aspecto fundamental de la batalla cultural, como es la «apertura a la vida» como un fin esencial de la intimidad conyugal, para dar una respuesta que, desde la Doctrina católica, es por lo menos confusa:
«El sexo es una de las cosas bellas que Dios dio a la persona humana. El expresarse sexualmente es una riqueza. Entonces, todo aquello que disminuya la real expresión sexual te disminuye a ti también, te parcializa y te empobrece esa riqueza. El sexo tiene su dinámica, tiene su razón de ser. La expresión del amor es probablemente el punto central de la actividad sexual. Entonces todo aquello que te lo tire para otro lado y que te lo saque de esa dirección te disminuye la actividad sexual».
Afortunadamente está la chica del Camino Neocatecumenal para recordar la doctrina católica y la moral natural:
«la pornografía es cosificar a la persona, y que ese tipo de material daña también a quien lo ve. El cuerpo es templo del Espíritu Santo».
Cuando otro joven le pregunta al Papa «¿La masturbación es mala?», se abre un debate en el que la chica católica se lanza nuevamente a compartir la doctrina y moral católica.
Pero el Papa cierra la discusión con una afirmación asombrosa según la cual luego de 2000 años, la Iglesia no ha madurado su doctrina sobre familia y sexualidad:
«Para no caer en laberintos, decir que el expresarse sexualmente es una riqueza, todo lo que sea disminuir la expresión sexual real no es bueno, el sexo es la expresión del amor. La catequesis sobre el sexo en la Iglesia todavía está en pañales, y el sexo es una de las cosas bellas que hizo Dios».
A Lucía, una joven peruana que dice haber sufrido «abusos psicológicos» en una comunidad religiosa de su país, y que dice ser más feliz ahora que no es creyente y en una relación lésbica, el Papa Francisco responde:
“Este lugar malo, este lugar de corrupción, este convento me deshumaniza, vuelvo adonde salí, a buscar la humanidad de mis raíces. A mí no me escandaliza eso”.
Finalmente, ante la valentía y firmeza en la fe de la joven católica, el Papa le hace una advertencia:
«Tener la fe es una gracia. Me dio ganas de decirte, con cariño, que tu camino sigue y que, cuando la fe es auténtica, es probada… no te quiero asustar… pero, cuando llegue la prueba no te asustes»
Al resto el Papa les dice: «la verdadera Iglesia está en las periferias, en el centro hay gente buena pero mucha corrupción…Yo aprendí mucho de ustedes en este encuentro pastoral. Les agradezco el bien que me han hecho».
El Pontífice concluyó diciendo que el camino de la Iglesia es el de la fraternidad, y que eso no se debe negociar.
Fuente: El Papa con los jóvenes en Disney+: sexo, aborto, abusos… y una chica neocatecumenal valiente
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