«El Papa ahora parece declararse «monarca absoluto incluso con respecto a Cristo», según el arzobispo».
Cita recogida por Life Site News, del texto de la Carta del Arzobispo Viganò.
Publicación de Life Site News
Sáb 4 de abril de 2020 – 6:00 a.m. EST
Por Maike Hickson
4 de abril de 2020 ( LifeSiteNews ) – El ex nuncio papal Arzobispo Carlo Maria Viganò calificó la caída del título esencial del Papa Francisco «Vicario de Cristo» del Anuario Pontificio 2020 de un acto que parece «alterar oficialmente el papado», de tal manera que el Papa «ya no se reconoce a sí mismo como guardián».
«Este cambio en el diseño y el contenido de un texto oficial de la Iglesia Católica no puede ser ignorado, ni es posible atribuirlo a un gesto de humildad por parte de Francisco, que no está en consonancia con que su nombre sea tan destacado», escribió Viganò en una declaración que envió a LifeSiteNews (lea la declaración completa a continuación).
«En cambio, parece posible ver en él la admisión, omitida en silencio, de una especie de usurpación, por la cual no es el «Servus servorum Dei » [El Siervo de los Siervos de Dios] quien reina, sino la persona de Jorge Mario Bergoglio, quien ha rechazado oficialmente ser el Vicario de Cristo, el Sucesor del Príncipe de los Apóstoles y el Sumo Pontífice, como si fueran molestos adornos del pasado: solo meros ‘títulos históricos’ ”, agregó.
LifeSite informó el 2 de abril que el Papa Francisco, en un movimiento sorpresivo, retiró el título histórico y esencial «Vicario de Cristo» del Anuario Pontificio 2020, el directorio anual de la Santa Sede, relegando el título a una nota al pie, llamándolo «título histórico».
Mientras que los anuarios anteriores enumeraban el título «Vicario de Cristo» y el nombre del Papa reinante bajo ese título, el directorio anual de este año simplemente enumera el nombre «Jorge Mario Bergoglio», el nombre del hombre que se convirtió en Papa Francisco en 2013.
El título «Vicario de Jesucristo» proviene de la Sagrada Escritura donde Jesús le otorgó a San Pedro el poder de las llaves en la Iglesia.
Anuario pontificio 2019 | Anuario Pontificio 2020 FUENTE: Marco Tosatti
El arzobispo Viganò dijo que es como si el Papa Francisco ahora se considera a sí mismo como «maestro de la Iglesia, libre de demolerla desde adentro sin tener que responder a nadie».
«En resumen, un tirano», dijo.
Life Site News, citando al Arzobispo Carlo Maria Viganò.
El cardenal Gerhard Müller, ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, también expresó su preocupación por el movimiento del Papa, llamando al cambio «barbarie teológica».
«Ningún Papa o Consejo Ecuménico», continuó el prelado alemán, «podría, con referencia a su máxima autoridad sobre la Iglesia, eliminar la primacía, el episcopado o los sacramentos, o reinterpretarlos en su esencia».
Cardenal Gerhard Müller
Matteo Bruni, director de la oficina de prensa del Vaticano, dijo a Catholic News Service que «no ha habido supresión» de un título.
«La definición de ‘histórico’ en relación con los títulos atribuidos al Papa en una de las páginas dedicadas a él en el Annuario Pontificio de 2020 me parece indicar el vínculo con la historia del papado», dijo Bruni, y agregó que todos los demás títulos «se entiende que están vinculados históricamente al título de obispo de Roma porque en el momento en que el cónclave lo designa para guiar a la iglesia de Roma, el elegido adquiere los títulos vinculados a esta nominación».
El arzobispo Viganò ganó prominencia en todo el mundo cuando hizo público en agosto de 2018 que el papa Francisco era parte del encubrimiento del entonces cardenal Theodore McCarrick que abusó de seminaristas y sacerdotes.
Abp Viganò: Has Pope Francis now ‘disavowed’ being Vicar of Christ?
April 4, 2020 ( LifeSiteNews) – Former papal nuncio Archbishop Carlo Maria Viganò has called the dropping of Pope Francis’ essential title «Vicar of Christ» from the 2020 Pontifical Yearbook an act that appears to «officially alter the Papacy,» such that the Pope «no longer recognizes himself as guardian.»
* * *
Declaración completa del arzobispo Carlo María Viganò:
«Lo has dicho».
«En verdad, te digo que uno de ustedes me traicionará». Y estaban muy tristes, y comenzaron a decirle uno tras otro, «¿Soy yo, Señor?» Él respondió: “El que haya sumergido su mano en el plato conmigo, me traicionará. El Hijo del hombre va como está escrito de él, pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es traicionado! Hubiera sido mejor para ese hombre si no hubiera nacido. Judas, que lo traicionó, dijo: «¿Soy yo, maestro?» Él le dijo: «Tú lo has dicho». Mt 26, 20-25
El 25 de marzo, se publicó el Anuario Pontificio 2020 con una verdadera novedad. Puede parecer una bagatela tipográfica, en la parte dedicada al pontífice reinante, pero este no es el caso. Hasta el año pasado, de hecho, los títulos de Francisco aparecían en la parte superior de la página, comenzando con «Vicario de Cristo», «Sucesor del Príncipe de los Apóstoles» , etc., y terminando con su nombre de nacimiento y una biografía muy breve.
En la nueva edición, por otro lado, el nombre secular JORGE MARIO BERGOGLIO destaca en letras grandes, seguido de la biografía, la fecha de elección y el comienzo de su «ministerio como pastor universal de la Iglesia». Separados por un guión y las palabras «títulos históricos», se enumeran todos los títulos del Romano Pontífice, como si ya no fueran una parte integral del Munus Petrinum que legitima la autoridad que la Iglesia reconoce en el Papa.
Este cambio en el diseño y el contenido de un texto oficial de la Iglesia Católica no puede ser ignorado, ni es posible atribuirlo a un gesto de humildad por parte de Francisco, que no está en consonancia con su nombre tan destacado. En cambio, parece posible ver en él la admisión, omitida en silencio, de una especie de usurpación, por la cual no es el «Servus servorum Dei» quien reina, sino la persona de Jorge Mario Bergoglio, que ha rechazado oficialmente ser el Vicario de Cristo, el Sucesor del Príncipe de los Apóstoles y el Sumo Pontífice, como si fueran trampas molestas del pasado: solo meros «títulos históricos».
Un gesto casi desafiante, se podría decir, en el que Francisco trasciende cada título. O peor: un acto para alterar oficialmente el papado, por el cual ya no se reconoce a sí mismo como guardián, sino que se convierte en maestro de la Iglesia, libre de demolerla desde adentro sin tener que responder a nadie. En resumen, un tirano.
Que el significado de este acto tan serio no escape a los pastores y fieles, porque el dulce Cristo en la tierra, como Santa Catalina llamó al Papa, se libera de su papel de Vicario para proclamarse, en un delirio de orgullo, monarca absoluto incluso con respecto a Cristo.
Nos acercamos a los días sagrados de la Pasión del Salvador, que comienza en el aposento alto con la traición de uno de los Doce. No es ilegítimo preguntarse si las palabras comprensivas con las que Bergoglio intentó rehabilitar a Judas el 16 de junio de 2016 no fueron un torpe intento de exonerarse.
Este pensamiento escalofriante queda confirmado por la terrible decisión de permitir una prohibición casi universal de la celebración pública de la Pascua, por primera vez desde la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
«El Hijo del hombre va como está escrito de él, pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es traicionado!».
Mt 26, 24.
+ Carlo Maria Viganò,
Arzobispo
Viernes en la Semana de la Pasión 2020
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