Rob Morgan y Sarah Forster que su bebé venía con una rara malformación cerebral por la cual los médicos le “recomendaban” que debía someterse a un aborto ya que el bebé no sobreviviría al nacer.
A pesar de esto Sarah Forster, su madre, no cedió cuando sus médicos la presionaron para que abortara a su hija Mia y antes bien, la Madre Británica mantuvo firme en su convicción de que su hija merecía una oportunidad en la vida.
El padecimiento de Mía es conocido como síndrome de Dandy-Walker, la afección es una malformación cerebral congénita que afecta al cerebelo y los espacios llenos de líquido que lo rodean.
“No se me ocurría nada peor que no respetarle a Mia la vida que le pertenece. No todo tiene que ser tristeza y amargura” , dijo al medio The Mail .
En el informe se explica que los padres se enteraron del estado de su hija durante una ecografía de 19 semanas.
Los médicos le dijeron a la familia que su hija tenía el síndrome de Dandy-Walker, una malformación cerebral congénita que implica una acumulación excesiva de líquido en el cerebro, quistes y agrandamiento del cráneo.
La madre expresó que la condición es muy extraña tanto que no recibieron información al respecto tampoco un apoyo y que en cambio, los médicos le “aconsejaron” que abortara.
“Los médicos nos dijeron que la terminación sería la mejor opción para Mia, pero nunca fue una opción para nosotros. Siempre quisimos darle una oportunidad en la vida”, dijo.
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“Mia se chupaba el dedo”, la razón para no abortarla
La Madre al ver que su hija se chupaba el dedo en el ultrasonido, fue prueba suficiente para saber que no podía abortarla.
“Seguí con el embarazo y obtuve escaneos privados propios y vi que Mia se chupaba el dedo y hacía cosas normales que hacen los bebés en el útero. Así que eso solidificó para mí lo que estamos haciendo para mantener a Mia fue lo mejor que podíamos hacer”, destacó.
Nacimiento de Mía
Mia nació por cesárea en noviembre de 2020 en el Royal Victoria Infirmary en Newcastle, en el estado de Delaware Estados Unidos.
A pesar de todas predicciones de los médicos que la aconsejaban abortar, salió viva y luchando.
“Todo para lo que nos dijeron que nos preparáramos no fue el caso. A Mia le estaba yendo genial”, dijo su madre.
Durante el primer año de su vida, Mia parecía estar bien, dijo su madre. Tenía escoliosis y un cráneo agrandado, “pero aparte de eso, es una niña feliz y contenta”, dijo su madre.
“Animó a otros padres a elegir la vida para sus hijos también.”
“Ha sido tan aterrador pero ella me mantiene fuerte y positiva. Ya ha hecho tanto que pensaron que no haría”, dijo. “Ni siquiera pensaron que ella estaría aquí, pasó del nacimiento. Es una pequeña guerrera tan fuerte”.
Animó a otros padres a elegir la vida para sus hijos también.
“Quiero que otros padres de niños con la misma condición sepan que la terminación no siempre es la solución, ya que algunas personas creen que lo que diga el médico es, y no es el caso”, dijo.
Fuente: Life News
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