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Vibrante discurso Pro Vida y Pro Familia de la Diputada italiana Giorgia Meloni

Este es el emotivo y demoledor Discurso pronunciado por Giorgia Meloni en el Congreso Mundial de la Familia en Verona, Italia, el 30 de Marzo de 2019.

Giorgia Meloni es una política italiana y periodista, presidente de Hermanos de Italia. Giorgia Meloni fue Ministra de Juventud en el IV gobierno de Berlusconi y presidente de Giovane Italia, la sección juvenil de El Pueblo de la Libertad.

Transcripción:

«Nos han dicho de todo por este congreso. Han dicho que somos retrógrados, que somos perdedores, que somos impresentables, que somos oscurantistas; que es un escándalo que haya alguno que quiera defender la familia natural fundada sobre el matrimonio, que quiera incentivar la natalidad, que quiera dar el valor apropiado a la vida humana, que quiera sostener la libertad educativa, que quiera decir NO a la ideología de género.

Devuelvo una a una al remitente estas acusaciones. Yo pienso… Pienso que retrógrado sea el intento de volver a aplicar la censura en Italia haciendo que un encuentro como este no se pueda celebrar. Yo pienso que oscurantista sea un estado que después de haber patrocinado en estos años cualquier cosa, incluidas las muestras que mostraban un crucifijo inmerso en un vaso de “pipí”, hoy se avergüenzan de dar el patrocinio a una iniciativa como ésta. Yo digo… Yo digo que perdedor es el que no tiene nada más qué hacer que venir acá a insultarnos mientras intentamos hablar de qué hacer por la familia italiana. Pero sobre todo digo que impresentables no somos nosotros, impresentables son aquellos que sostienen prácticas como el vientre de alquiler, el aborto al noveno mes, y el intento de bloquear el desarrollo de niños con medicamentos a los 11 años: eso es impresentable.

Han dicho de todo sobre este congreso. Han dicho de todo sobre este congreso. Que nosotros queremos limitar la libertad de las mujeres; que nosotros las queremos en casa, planchando. ¿Ustedes me ven en casa planchando? Digo. Imagínense que yo, única secretaria (general) mujer de un partido político en Italia, si yo que presenté mi candidatura a alcalde de Roma embarazada –y fui muy criticada por esto–… Pueden darse cuenta si yo pienso que las mujeres deben ser relegadas…, no se sabe bien dónde.

Es exactamente lo contrario. Nosotros queremos garantizar derechos que hoy no existen. El derecho de una mujer a ser madre sin tener por esto que renunciar a tener un puesto de trabajo. El derecho de una mujer a ser madre y de elegir no trabajar sin tener que morir por eso de hambre. El derecho de una mujer que cree que tiene que abortar porque no hay ni puede encontrar otras alternativas. Hemos pedido una moratoria en la ONU para declarar el vientre de alquiler reato universal*, porque esa sí es una mortificación y una violencia sobre las mujeres. Queremos llevar a Europa este tema, porque es escandaloso que la Europa no tenga entre sus líneas prioritarias de financiamiento el tema de la natalidad. La falta de natalidad es la más grande cuestión europea abierta. Si no afrontamos esto, todo el resto de lo que hacemos no sirve para nada. ¿Y por qué, entonces, si la Unión Europea tiene un programa “Erasmus” para la movilidad, si tiene un programa “Horizon” para la investigación científica, no puede tener un programa “Familias” para favorecer la natalidad, para invertir recursos en la natalidad?

Son todas las propuestas que hacemos. ¿Les parecen tan locas? ¿Les parecen tan oscurantistas? ¿Les parece que queramos quitar derechos? “El Medioevo” –dicen. Pues quiero decir: hace bien ver el Medioevo. Es la época de las catedrales y de las abadías. La época en la que nacieron las municipalidades, las universidades, el parlamento. La época de Dante, Petrarca, Bocaccio… La época de San Francisco y de San Benito. Bueno, de la gente que no sabe ni siquiera donde está Matera, no esperemos que nos den lecciones de historia, por decir lo menos.

Nos han atacado en el plano personal. Yo también he sido atacada pesonalmente: “¡Avergüénzate! Hablas de familia natural fundada sobre el matrimonio, y has tenido un hijo fuera del matrimonio”. Si es por esto, también hablo de familia numerosa y he tenido un solo hijo. Y miren qué paradójico: cuando te dicen esto refuerzan la bondad de tu posición. Te muestra simplemente que lo que yo llevo adelante, no lo hago por mí misma. Yo llevo adelante lo que considero útil para la sociedad italiana. Yo creo que sea justo que el estado incentive la familia natural fundada sobre el matrimonio. Y el punto es que si no me he casado, no pretendo que el estado me dé los privilegios que debe dar a una familia casada. ¡Ese es el gran punto!

¡Ese es el punto! Presten atención. El punto es que yo creo en una sociedad en la que de cada elección que haces se siguen consecuencias. Tienes que asumir la responsabilidad. Yo rechazo una sociedad en la cual cada deseo se convierte en un derecho; cada capricho se convierte en un derecho; en la cual no tengo responsabilidades, sólo tengo derechos. ¡Lo rechazo! ¡Está mal!

Están los que dicen: “Porque ustedes…”. Yo no tengo una perspectiva confesional en esta materia. Creo en Dios, pero no tengo una perspectiva confesional en esta materia. Es necesario tener argumentos. Yo hago esta batalla como laica de sentido común. Soy una persona habituada a hacerse preguntas, aun cuando sean incómodas o profundas. Cuando me hago estas preguntas, quiero respuestas que sean creíbles. Y hay muchas preguntas que me he hecho en estos años, y a las cuales “los sacerdotes” del pensamiento único no han sido capaces de dar respuestas sensatas. Y les puedo hacer decenas de estas preguntas: ¿Es justa una sociedad que gasta muchas más energías y recursos en encontrar modos inmediatos, fáciles, veloces, para librarse de la vida humana antes que para favorecerla? ¿Es normal? ¿Se le puede llamar “civilización”? ¿Es justo que mientras un cachorro de perro no pueda ser quitado recién nacido del seno de su madre eso se pueda hacer justamente con un niño, hijo de una madre desesperada que lo vende, comprado por dos hombres ricos? ¿Por qué los jueces italianos quitan la patria potestad a dos padres, casados, progenitores naturales de una niña, porque creen que ellos, de 52 y 54 años, son muy ancianos para hacer crecer esta hija natural y se las quitan contra su parecer; pero si se trata de dos hombres más allá de los 50 que van a comprar un hijo al extranjero, eso está bien? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

¿Por qué, si nos han dicho que el papá de Eluana Englaro debía ser libre para desenchufar lo que mantenía viva a su hija porque ningún padre sabe qué cosa sea mejor, qué cosa sea buena para su hijo, ninguno sabe mejor de un padre qué cosa sea mejor para su hijo, por qué el mismo derecho no es válido para los padres de Charlie Gard y Alfie Evans? ¿Por qué vence siempre el que quiere desenchufarlos? ¿Por qué vence siempre la muerte? ¿Por qué? Y si la vida de un niño enfermo como Alfie Evans es definida como fútil, ¿cuánto falta para que sea definida inútil la vida de un discapacitado, de un anciano o de cualquiera que no se adapta al canon del perfecto consumidor? ¿Cuánto debe pasar? Y ¿por qué si nos ocupamos de cualquier discriminación en acto, no obstante hacemos de cuenta que no vemos la más grande persecución en acto que es el genocidio de cristianos en el mundo? ¿Por qué? Denme respuestas a estas preguntas. Les pido, por favor.

Podría hacer tantas otras preguntas. Sobre todas está la que nos hacemos hoy: ¿Por qué la familia es un enemigo? ¿Por qué la familia da tanto miedo? Hay una respuesta única para todas estas preguntas… Porque nos define, Porque es nuestra identidad. Porque todo lo que nos define en este tiempo es un enemigo para los que quisieran que no tuviésemos una identidad y que seamos solamente esclavos: consumidores perfectos. Y entonces está bajo ataque la identidad nacional, está bajo ataque la identidad religiosa, está bajo ataque la identidad “de género” (sexual), está bajo ataque la identidad familiar. No tengo que poder definirme italiana, cristiana, mujer, madre… ¡No! Yo debo ser ciudadano X, género X, progenitor 1, progenitor 2… Debo ser un número. Porque cuando sea solamente un número, cuando no tenga más una identidad, cuando no tenga más raíces, entonces seré el esclavo perfecto a merced de la gran especulación financiera, el consumidor perfecto.

Y esta es la razón por la cual hoy nosotros damos tanto miedo. Esta es la razón por la cual este encuentro da tanto miedo. Porque nosotros no queremos ser números. Estamos aquí para decir que no somos un número. Nosotros defenderemos el valor de la persona humana. De cada persona humana en particular. Porque cada uno de nosotros tiene un código genético único e irrepetible. Y esto es algo sagrado. Nosotros defenderemos a Dios, a la Patria y a la Familia, que dan tanto asco a algunos. Lo haremos para defender nuestra libertad porque nosotros no seremos más esclavos y simples consumidores a merced de la especulación financiera. ¡Esta es nuestra misión! Por eso yo vine aquí.

Escribía Chesterton hace ya más de un siglo:

“Fuegos serán encendidos para demostrar que dos más dos es cuatro. Espadas serán empuñadas para demostrar que las hojas son verdes en verano”.

G. K. Chesterton

¡Este tiempo ha llegado, señores! ¡Estamos listos! Gracias».


* Nota del Editor: Matriz de alquiler, crimen universal, “…para que la subrogación de la maternidad, en todas sus formas y variaciones contractuales, sea reconocida como nueva forma de esclavitud y trata de seres humanos, y por lo tanto como un crimen mundialmente punible”.

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