Luego de conocerse la nominación de Amy Coney Barrett a la Corte Suprema de Estados Unidos, quien tiene 7 hijos, dos de ellos adoptados en Haití, generó estupor e incredulidad la reacción de Ibram X. Kendi, un profesor de la Universidad de Boston (BU) y corresponsal de CBS Noticias, quien a través de su Twitter calificó a Barret de «colonizadora blanca»:
«Algunos colonizadores blancos» adoptaron «niños negros. Ellos ‘civilizaron’ a estos niños ‘salvajes’ a la manera ‘superior’ de los blancos, mientras los usaban como accesorios de su perpetuo negacionismo, al tiempo que expulsaban a los padres biológicos de la imagen de la humanidad», escribió el activista.
A pesar de la controversia que se generó contra el profesor «antirracista», este no se echó para atrás; al contrario: insistió en que los padres blancos que adoptan niños negros no dejan de ser racistas.
Para que no queden dudas del radicalismo ideológico de Twitter, en agosto se comprobó que el presidente de la red social, Jack Dorsey, había donado efectivamente $10 millones de dólares al Centro de Investigaciones Antirracistas que Kendi fundó y dirige.
Este respaldo de los directivos de Twitter a líderes y organizaciones de ideología radical, explica por qué ese tipo de trinos tan duramente ofensivos y difamatorios no son sancionados por vulnerar las reglas comunitarias de la red social, al tiempo que con tanta facilidad censuran el discurso provida, cristiano y profamilia.