[Petición] Pídele a Lasso que se comprometa de verdad con la Cultura de la Vida

Ante la decepción generada por el comunicado del Presidente electo del Ecuador, Guillermo Lasso, frente al despenalización del aborto ordenada por la Corte Constitucional, invitamos al movimiento provida internacional a suscribir esta comunicación que invita a Lasso a reflexionar y a comprometerse en la defensa de la Cultura de la Vida, de la cual depende en buena medida la paz y el futuro de los ecuatorianos.

Si bien Lasso se ha identificado como provida, católico y defensor de los valores cristianos, al parecer el control sobre sus declaraciones lo tiene su equipo de campaña, liderado por Jaime Durán Barba quien es célebre entre otras cosas por afirmar:

“Si la gente cree que la Virgen de Guadalupe es una atorranta, pues lo será hasta que se demuestre lo contrario”

– Jaime Durán Barba, jefe de campaña de Guillermo Lasso (La Nación)

Una vez se venza la fecha de recolección de firmas se enviarán por correo tanto a su campaña, como a una persona de su grupo familiar.

Este es el texto de la carta:

Ilustre doctor
Guillermo Lasso
Presidente Electo de Ecuador

Respetuosamente me dirijo a usted para expresarle mi preocupación con su comunicado de prensa en respuesta a la sentencia de la Corte Constitucional, que despenalizó el aborto para todos los casos de violación.

En ella usted hace una invocación a su fe católica, para luego anunciar su disposición a sacrificar sus principios éticos fundamentales en el altar de la “laicidad” y de la separación de poderes.

En lugar de generar admiración esa declaración ha sido leída por muchos, que como yo lo apoyamos con ilusión precisamente por compartir esas convicciones, como un desprecio al sector más entusiasta de su electorado.

Esta era una oportunidad para demostrar empatía con un país que mayoritariamente rechaza y se duele ante la crueldad de lo que significa el aborto, no sólo para las mujeres y los bebés en gestación sino para la sociedad en general. Pero usted prefirió enfocarse en lo que considera son sus grandes cualidades como “demócrata”, sin expresar ninguna visión ni comprensión de lo está en juego cuando ante la ley se relativiza el valor que tiene la vida humana.

Preocupación, además, porque este pronunciamiento anuncia, más allá del tema concreto, lo que parece ser un gobierno débil y sin liderazgo, en un momento en el que el futuro de varios países de América Latina está en juego.

Tal vez usted no haya caído en cuenta que los pueblo eligen a sus gobernantes, antes que nada, por el liderazgo moral que ofrecen, no por su facilidad para actuar al margen de los principios éticos que representan. Por su firmeza y claridad moral, y no por su ambigüedad e indiferencia en esa materia.

Y en ese sentido la apuesta que usted platea por la “institucionalidad”, por la “democracia” y el “laicismo”, refleja mejor su debilidad que sus convicciones. O acaso, ¿a qué posturas le habrían llevado ese laicismo y respeto por la independencia de poderes que tan devotamente profesa, cuando democráticamente los nazis cambiaron sus leyes para consagrar la superioridad de una raza aria sobre las demás; o cuando en 1857 la Corte Suprema de Estados Unidos decidió (también por 7-2), que ni los esclavos ni sus hijos podrían llegar jamás a ser ciudadanos?

¿Si usted hoy está dispuesto a colaborar con el genocidio en el vientre materno por su respeto a la “institucionalidad”, qué le hace pensar que habría tenido la integridad moral para oponerse al genocidio nazi o liderar a su país hacia la abolición de la esclavitud?

América Latina y el resto del mundo se debate en estos momentos en una encrucijada moral entre la libertad y el totalitarismo de izquierda, entre la Cultura de la Vida y la Cultura de la Muerte, entre el individualismo radical y la defensa de la familia, entre el laicismo ateo y el humanismo cristiano.
Si usted decide asumir un liderazgo aséptico y blando como el de Macri, Piñera o Duque, no espere tener más éxito y respaldo ciudadano que ellos.
Esos estilos de gobierno en lugar de aglutinar sólo generan desánimo en sus seguidores y desprecio en sus adversarios.

En cambio, usted puede pasar a la historia como un hombre de convicciones y con la integridad moral necesaria, para liderar al Ecuador hacia un futuro próspero y virtuoso, como esperan los que lo eligieron.

Todavía está a tiempo de rectificar. De manera especial cuando al final del proceso que ha ordenado la Corte Constitucional, será usted quien tendrá en sus manos la potestad de un veto presidencial. Cuando además tendrá en sus manos la posibilidad de elegir magistrados auténticamente provida y Profamilia, sintonizados con las convicciones y los estándares morales del pueblo ecuatoriano.

Agradezco la atención que le ha brindado a esta petición y confío que sabrá escuchar la voz de su conciencia para rectificar cuando sea necesario.

Le pido a Dios que lo guíe, lo guarde y le conceda la fortaleza y sabiduría que necesitará en sus labores de gobierno.

Atentamente,