Al igual que han hecho líderes provida en otras ciudades, el pasado 4 de junio Addison Woosley de 13 años pidió a los concejales de Raleigh (Carolina del Norte), hacer una resolución para declararla como «Ciudad Santuario de los bebés por nacer».
La propuesta fue recibida con la oposición de activistas abortistas que se encontraban en la audiencia, quienes comenzaron a acosarla con gritos a ella y a otro niño, al que finalmente hicieron llorar.
«En las ecografías se ve como los bebés intentan escapar de los terribles instrumentos que usan para matar a los bebés…la boca del bebé se abre completamente con un grito cuando son asesinados. Esos bebés están vivos. Ellos sienten cómo los matan. Les duele y no se puede hacer nada al respecto. No se puede ver de otra forma. El aborto es asesinato», dijo la niña.
«Ustedes van a elegir ser como los amos de los cultivos que latigaban a los niñitos negros, o van a protestar por ello así les cueste la vida, como hizo Martin Luther King Jr», dijo también.
En el vídeo de su intervención, se puede escuchar un murmullo creciente en el fondo. Alguien le gritó «inapropiado», mientras otra persona le dijo que no incluya a los negros y que vaya a «defender a los suyos».
A pesar de la incomodidad y de sentir ansiedad por los ataques, la niña terminó valientemente su discurso.
Varias personas del Auditorio intervinieron para defender a la niña, creando un ambiente de caos en el auditorio.
El alcalde tuvo que pedir silencio en varias ocasiones y defendió el derecho de todos a opinar.
Un noticiero local reportó ver a un niño llorando en silencio mientras un grupo de adultos gritaban alrededor.
Como respuesta a leyes abortistas radicales aprobadas en varios estados, organizaciones provida y políticos locales han respondido declarando varias ciudades como «santuario para los bebés por nacer».
