Vida

“Monstruoso”, “violento”, “tal vez seamos asesinas”, dice Margarita Rosa sobre el aborto

Escrito por Redacción R+F

En un valeroso (o cínico) ejercicio de sinceridad,  Margarita Rosa de Francisco volvió a usar su columna de El Tiempo para escribir sobre uno de los temas que más le apasiona: el aborto.

Estamos matando algo vivo

Margarita Rosa de Francisco

Al igual que otras feministas como Natalia Ginzburg y Carolina Sanín, que están dispuestas a reconocer que la esencia del aborto es matar a un ser humano, de Francisco acepta la monstruosidad del feminismo que defiende:

Como ellas, no creo que abortar sea un evento banal; en ese momento la mujer es consciente de su monstruoso poder.

Margarita Rosa de Francisco

“Me parece hipócrita afirmar que abortar no es matar. Abortar es matar. El derecho a abortar debe ser el único derecho a matar que la gente debe pedir a la ley”.

– Natalia Ginzburg

Los absurdos intentos de Margarita Rosa de justificar el aborto

Más allá del crudo reconocimiento de la realidad del aborto,  la actriz patina al intentar ofrecer una justificación creíble para la monstruosidad que describe.

Comienza apelando al repertorio masónico de principios del siglo pasado,  según el cual el problema del aborto estaría en poder determinar el momento en que el alma “se instala” en el cuerpo del nuevo ser humano, en su etapa de gestación.

Dicho argumento no hace más que revelar su animosidad anticatólica, ya que ninguna persona informada que durante los últimos 20 años haya estado atenta a estos debates,  se atrevería a afirmar que ese es un verdadero punto de debate y polémica. 

Otro argumento que presenta, mucho más contemporáneo, es el de la supuesta inevitabilidad del aborto

Las mujeres seguirán abortando de todas maneras, sin importar qué tan severa sea la prohibición

Margarita Rosa de Francisco

Sin embargo, varias décadas de experiencia en la práctica del aborto legalizado en el mundo, demuestra que la prohibición reduce inmensamente el número de abortos,  mientras que su legalización y promoción generan un ambiente de presión para la mujer embarazada, que puede llevar a que el número de abortos supere el de nacimientos en las poblaciones vulnerables.

¡Sorpresa! Las leyes sí disminuyen el número de abortos | Razon+Fe

Una de las consignas de la Cultura de la Muerte para intentar justificar la legalización del aborto, es que la “prohibición” no funciona, ya que supuestamente, las mujeres que buscan un aborto están decididas que terminan abortando de forma clandestina. De esa forma, a través de un razonamiento utilitarista, los activistas favorables a la despenalización …

La única forma de sostener tal argumento es darle credibilidad a las estimaciones de abortos clandestinos promovidas por los propias organizaciones abortistas, que están basadas en encuestas secretas hechas entre los mismos interesados en legalizar el aborto, como suele hacer la organización Guttmacher.

Estimaciones que han sido desmontadas por investigadores como el experto en salud materna Elard Koch, de Chile. 

Paradójicamente, en el argumento final de Francisco parece hacer propio el discurso del supuesto “machismo” asesino que las feministas no paran de denunciar, según el cual el aborto (al igual que la violencia contra la mujer) es algo que sucede en la intimidad, y por lo tanto le correspondería al propio agresor darse la absolución:

El ‘asesinato’ de nuestro posible hijo no ocurre en lugares de entretenimiento público, no es un atentado terrorista, no es un crimen de Estado, no es dispararles a niños en la guerra.

Es un desgarramiento que ocurre en la soledad y oscuridad del vientre y el corazón de cada mujer.

En ese asesinato es nuestra propia e íntima sangre la que corre, somos el hijo en potencia y la madre en uno, muriendo solos y al tiempo. Por eso, si es un ‘delito’, a nadie más que a lo profundo de nosotras corresponde perdonarlo o castigarlo.

Recientemente, la actriz que se hizo famosa por las escenas lésbicas que hizo con Amparo Grisales en 1988,  contó sobre el aborto que se practicó en su juventud:

[I]mpulsada por mi rebeldía y mi ambición de ser yo misma, dispuesta a pagar el precio emocional que la vida me cobrara por mi libertad…Fue rápido y grotesco. Un tubo de aspiradora me hurgaba el estómago como un roedor, algo de no repetir. Al siguiente día tuve que juntar trozos de alma para armar una cara decente y sacarla a la calle, mientras mis entrañas y mi corazón sangraban, porque abortar, aunque yo lo considere defendible, es […] un acto violento, como también lo es dar a luz.

Margarita Rosa de Francisco

Fuente: Abortar es matar – El Tiempo

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2 Comments

  • UN ? DESESPERANZADO:entre todo este alarde de sabiduría sobre el aborto yo veo Un corazón ? lleno de desesperanza, que se refleja en un discurso desesperanzador y confuso, aunque sepa y trate de gritar la verdad entre líneas.” De la abundancia del corazón ? habla la boca Lc 6, 45 “Oremos por ella,Porque su corazón sane, eso es lo que pide a gritos su corazón ? entre lineas y su alma realmente necesita.