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Aunque el énfasis de este artículo es esencialmente espiritual-religioso, es conveniente referir primero las causas emocionales-físicas de la depresión y cómo estar mejor preparado para prevenirla y confrontarla. Es pertinente dejar en claro que, en cuanto a la depresión, hay que examinar y constatar las causas emocionales, luego las físicas y finalmente las espirituales.
Al describir la depresión, los psiquiatras e investigadores usan los términos latinos endógeno (que significa «desde adentro») y exógeno («desde afuera»). Estos términos están destinados a distinguir entre las causas internas (hereditarias, o por enfermedad) y las externas (ambientales) de la depresión (eventos estresantes o traumáticos).
“Los síntomas de la depresión endógena incluyen sentimientos permanentes de tristeza o desesperanza, inutilidad, culpa e incapacidad para disfrutar de cosas normalmente placenteras. También puedes notar cambios en tu apetito, patrones de sueño y niveles de energía” .[2]
Otros son la fatiga, falta de motivación, dificultad para concentrarte, tomar decisiones y pensar con claridad, dolores de cabeza y dolores musculares frecuentes, preferencia por estar solo, pensamientos de autolesión, estado de ánimo bajo la mayor parte del día, ansiedad, agitación e irritabilidad. Si tienes depresión endógena, el mundo puede parecer un lugar oscuro y funesto porque así es como te sientes dentro de ti.
La depresión exógena puede verse y sentirse como una depresión endógena. La diferencia es que estos síntomas aparecen después de que una calamidad o siniestro sucede en la vida de una persona. Por ejemplo, un individuo puede sentirse persistentemente triste después de la muerte de un ser querido o luchar con la culpa y sentimientos de inutilidad después de perder su trabajo. La depresión exógena se origina en lo que sucede a tu alrededor y no dentro de ti.
La depresión puede afectar a cualquier persona en cualquier momento de su vida. Si bien no siempre se pueden prevenir ni evitar los eventos difíciles de la vida, existen medidas que puedes tomar para ayudar a reducir el riesgo de desarrollar depresión endógena. Las modificaciones en el estilo de vida que pueden reducir tu riesgo de depresión incluyen comer una dieta saludable, hacer ejercicio físico con regularidad y dormir lo suficiente para recargarte. También es importante tener una fuerte red de apoyo social. Conéctate con tus seres queridos y pasa tiempo con ellos. Sal e involúcrate en alguna actividad física que podría ser senderismo, ciclismo o gimnasia. Las técnicas de manejo del estrés, como la respiración profunda. La oración, la meditación cristiana y la contemplación también pueden mejorar tu capacidad para manejar el estrés.
Si tienes pensamientos suicidas, comunícate con las Líneas Nacionales de Prevención del Suicidio para recibir apoyo y asistencia de un consejero capacitado. Si tu o un ser querido están en peligro inmediato llama a:
Bogotá Línea 106; WhatsApp: 3007548933 / Barranquilla Línea de la vida: 339 99 99 / Medellín Línea amiga: 444 44 48 / Cali: Línea 106 / Antioquia Salud para el alma: 4407649 / Meta Línea Amiga Salud Mental: 3125751135
Depresión emocional-física
La siguiente mención está tomada de la Clínica Mayo sobre suicidio y pensamientos suicidas.[3]
“Diagnóstico. Es posible que el médico realice un examen físico, pruebas y te haga preguntas detalladas sobre tu salud física y mental para determinar cuál podría ser la causa de tus pensamientos suicidas y cuál podría ser el mejor tratamiento. Las evaluaciones pueden incluir las siguientes:
Trastornos de salud mental. En la mayoría de los casos, los pensamientos suicidas se relacionan con un problema de salud mental no diagnosticado que puede tratarse. En ese caso, es posible que debas consultar con un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades mentales (psiquiatra) u otro profesional de salud mental.
Trastornos de salud física. En algunos casos, los pensamientos suicidas pueden estar relacionados con un problema de salud física no diagnosticado. Es posible que debas realizarte análisis de sangre y otras pruebas para determinar si ese es el caso.
Abuso de drogas y de alcohol. Para muchas personas, el alcohol o las drogas influyen en los pensamientos suicidas y en la consumación del suicidio. El médico querrá saber si tienes problemas con el consumo de drogas o de alcohol, como el consumo excesivo o la incapacidad de disminuir o abandonar el consumo de drogas o alcohol por cuenta propia. Muchas personas con ideas suicidas necesitan tratamiento para lograr dejar de consumir drogas o alcohol, a fin de reducir los pensamientos suicidas.
Medicamentos. En algunas personas, determinados medicamentos recetados o de venta libre pueden ocasionar pensamientos suicidas. Cuéntale al médico acerca de cualquier medicamento que tomes para saber si podría estar relacionado con los pensamientos suicidas.
Niños y adolescentes. Los niños con pensamientos suicidas por lo general deben consultar con un psiquiatra o psicólogo con experiencia en el diagnóstico y tratamiento de niños con problemas de salud mental. Además de hablar sobre el paciente, el médico querrá obtener una imagen clara de lo que ocurre a partir de varias fuentes, como los padres o tutores, otras personas cercanas al niño o adolescente, informes escolares y evaluaciones médicas o psiquiátricas previas.»
Entre las causas físicas (endógenas) se encuentran las enfermedades, de las cuales se hace una relación a continuación [4]:
1. El cáncer.
2. El dolor crónico.
3. Los problemas tiroideos.
4. La enfermedad del corazón.
5. El lupus.
6. La diabetes.
7. El VIH.
8. Otras infecciones.
9. La esclerosis múltiple.
10. La deficiencia de vitamina B12.
La segunda parte de este artículo es de carácter espiritual-religioso, y está escrita para aquellas personas que piensan optar por el suicidio para no sufrir más, ya sea por razones económicas, emocionales o sentimentales.
Según la lógica de la gente, es muy fácil terminar con todos sus problemas, dolores y angustias con el suicidio, ya sea asistido o no. Muchos piensan que la vida termina cuando se muere, otros piensan que no, pero aun con la misericordia de Dios tendrán problemas, y es verdad, el Señor es misericordioso, pero recuerden que Dios nos dejó sus Mandamientos, uno de ellos “No matarás”. Porque la vida es sagrada y no podemos disponer de ella, no debemos jugar a ser Dios para decidir sobre nuestra vida o la de otras personas. Nuestro deber es agradar a Dios.
Tú, que quieres morir, ¿te has detenido a pensar que pasará con tu alma después de partir?
Recuerden siempre que para llegar al Padre debemos estar limpios, con nuestras almas puras. Cuando se comete un pecado nuestro vestido interior o alma estará sucia, gris, o negra. No podremos estar con el Señor, porque para llegar a su presencia nuestras almas deben estar blancas y limpias. Tú ¿crees que, vistiéndote de suicidio, cometiendo este pecado mortal de matar, vas a estar inmaculado para llegar a la vida eterna? Pues no, no lo estarás y deberás purificarte durante mucho tiempo en el Purgatorio, hasta quedar blanco y merecer estar junto a Dios.
Te has imaginado como será tu sufrimiento y purificación después de muerto. Puede ser peor este sufrimiento que el que tenías en vida. No vas a llegar a poseer la paz y la tranquilidad que anhelabas buscar.
Si tienes tantos dolores y sufrimientos, te pido que ores a nuestro Señor Jesús, a la Santísima Virgen María, pídeles los dones de la Fe, Esperanza y Caridad, los dones y los frutos del Espíritu Santo, la fortaleza, pídeles la paz, la tranquilidad y aprovecha para ofrecer lo que estás sufriendo al Creador por tus pecados. Él te sumará y te reconocerá tu sufrimiento, el cual será abonado para el día de tu partida y juicio personal. Ofrécelo por tus pecados, por tu familia, por la Iglesia, por la paz del mundo y no será un sufrimiento en vano, será un padecimiento que te dará recompensas.
Ora mucho y pide Fe al Espíritu Santo, para enfrentar las pruebas duras.
Ve al Santísimo, el Señor está allí, y habla con Él como tu gran amigo. Permítele entrar en tu corazón, Él te ama, te ayudará y te guiará. Dios está siempre para ti, llámalo y te responderá, búscalo y lo encontrarás
Depresión espiritual
Por último, la depresión espiritual es una sensación de agobio y vacío de la cual no es fácil salir. Es un trastorno del alma, donde el individuo se ha alejado de Dios y ha perdido el interés y la alegría por su salvación, especialmente riesgosa en niños y jóvenes. Se recupera al vivir serenamente en el gozo del Señor por la conversión, y no en la tristeza de las vicisitudes de la vida. Dios alivia ese agobio y llena ese vacío.
El 22 de noviembre de 2022 se publicó en la revista Semana (Colombia) una advertencia a padres de familia titulada “Videos de niños en YouTube están motivando a menores a quitarse la vida.” [5]
Según Jacqueline Cantor, psicóloga del desarrollo y de la educación, las canciones transmiten un claro mensaje de impotencia ante los desafíos, lo que es perjudicial para los niños pequeños (de 0 a 6 años), que aún están descifrando códigos lingüísticos y reconociendo emociones. Los niños pequeños pueden imaginar que lo que ven en la caricatura podría pasarles a ellos y que sus seres queridos morirían.
Cuando lo imaginan, comienzan a sentirse tristes, lo que se ve agravado por la narrativa de la canción, que sugiere que, en lugar de resolver el problema, deben ceder a sus ganas de dormir y nunca despertar.
Expertos aconsejan que los padres ejerzan control sobre lo que ven sus hijos y expliquen narrativas alternativas frente a los desafíos, como que siempre hay soluciones y que dejar de existir no es una de ellas, al tiempo que señalan qué medidas se tomarán en Colombia con este contenido.
A este problema se han sumado nuevos enfoques que ponen en peligro la vida misma, como los desafíos letales, que pretenden conscientemente matar a algunos participantes incitando al público a participar en pruebas brutales y rigurosamente diseñadas. Este problema ha salido a la luz desde principios de 2017 con el desafío «Ballena Azul», que es la causa de numerosas muertes. [6]
En los años que siguieron, también ha avanzado la competencia en el desarrollo de nuevos desafíos fatales que representan una amenaza para los adolescentes de hoy, que es la causa de muchas víctimas.
En conclusión, la investigación logró identificar los posibles factores de riesgo que inciden en la participación en ciber desafíos, estableciendo agentes como la presión social, el conflicto intrafamiliar, los conflictos personales y otros componentes como la experimentación por curiosidad o la necesidad de encajar siguiendo tendencias.
A la luz de lo anterior, es crucial comprender que los juegos letales con frecuencia adoptan nuevas formas, poniendo en peligro la vida de los nuevos jugadores que ven el juego como una solución rápida para sus problemas o la aceptación en un entorno social donde se requiere aceptación para evitar sentirse rechazado. incluso con conocimiento de los riesgos asociados a la participación. Es por esto que es necesario seguir trabajando para evitar más muertes de adolescentes y, al mismo tiempo, educar a los padres, las instituciones educativas y los maestros.
Que Dios te bendiga y te guarde.
EGS
[1] https://epicrisis.org/2022/11/17/en-este-ano-en-colombia-se-han-reportado-2013-suicidios/
[2] https://www.verywellmind.com/what-is-endogenous-depression-1067283
[3] https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/suicide/diagnosis-treatment/drc-20378054
[4] https://www.health.com/condition/depression/conditions-linked-to-depression
[5] https://www.semana.com/nacion/articulo/alerta-padres-de-familia-videos-infantiles-estarian-motivando-a-menores-a-quitarse-la-vida-estos-son-los-aterradores-testimonios/202225/
[6] https://dspace.tdea.edu.co/bitstream/handle/tdea/1219/Retos%20Cibern%C3%A9ticos%20que%20incitan%20al%20suicidio.pdf?sequence=1&isAllowed=y
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