Colaboración especial: Juliana López. Directora Red Antioquia Provida – Coordinadora 40 Días por la Vida Medellín.
Desde el 28 de septiembre, la calle Caracas con Girardot en el centro de la ciudad de Medellín ha cambiado su rostro. Algunos habitantes del sector y transeúntes que recorren frecuentemente estas calles para ir a estudiar o trabajar, afirman que la Campaña 40 Días por la Vida ha tocado sus corazones y cambiado sus vidas.
Por otra parte, estudiantes del CEPAR (Centro de Formación para la Paz y la Reconciliación) han manifestado a llos docentes, formadores y directivas de la Institución, como estos días de oración, penitencia y apoyo a mujeres embarazadas, ha logrado inquietarlos y hacerlos reflexionar sobre temas como el aborto, la maternidad, la paternidad, el uso de métodos anticonceptivos y la esterilización.
Algunos de estos servicios son prestados por Profamilia, institución frente a la cual nuestros voluntarios permanecen las 24 horas del día dentro de la cadena de oración de 40 Días por la Vida.
En los últimos días, quienes desde diferentes zonas de Medellín se acercan a buscar esos servicios, se han encontrado con los voluntarios que permanecen en vigilia pacífica, oración y ayuno pidiendo por el fin del aborto, la conversión de las personas que laboran allí y principalmente por las madres en riesgo de aborto.
Muchas de estas personas, en especial jóvenes no sólo se han conmovido y han replanteado sus posturas frente al aborto, sino que tres madres que estaban en embarazo decidieron decirle SI A LA VIDA después de conversar con los voluntarios de la campaña de oración.
¡MUCHAS GRACIAS! ha sido la expresión que generalmente expresan estas mujeres que buscaban una verdadera ayuda, una alternativa que las animara y les diera el valor necesario para decirle SI A UNA NUEVA VIDA, sí a su hijo, si a un nuevo ser humano, alguien que con amor será capaz de transformar para bien la existencia de todos aquellos que se encuentran a su alrededor.
Ver el bien real y concreto que podemos hacer a cada una de estas personas, las vidas que se salvan, los corazones que se liberan del miedo y la rabia y recuperan la esperanza y la ilusión, que descubren con gratitud el don de cada vida humana, todo gracias a nuestro trabajo como defensores de la vida, es lo que me hace ver la importancia de nuestra labor, me hace ser testigo como transformamos el mundo en un lugar con más amor y aceptación, un corazón a la vez.
40 Días por la vida también ha cambiado mi vida, ha cambiado mi corazón, ha cambiado mi forma de pensar, y sobre todo me ha permitido reconocer que Dios es el protagonista de todo. Que Él y solo Él puede cambiar y mover los corazones de los que están confundidos y desesperados, porque aunque algunos lo nieguen, al final Él es la respuesta en medio de la tormenta y la dificultades. Él, desde el primer día de esta Campaña, es quien más ha trabajado, quien nos ha dado su fuerza y quien nos ha premiado dejándonos ser testigos de algunos de los frutos de esta obra, aunque sabemos que son muchos más que los que humanamente alcanzamos a ver.
Al terminar estos 40 días tenemos la certeza de que cada una de las vidas salvadas, cada uno de quienes ahora piensan distinto sobre el aborto, valió la pena todo el esfuerzo que pusimos en esta campaña.
Gracias a esta cadena mundial de oración hoy podemos decir con convicción: somos la generación que le pondrá fin al aborto en Colombia.