Se trata de la Fundación Hogar de Abuelitos Fe y Luz, dirigida por Fray Juan Manuel Urrego. Allí viven 24 adultos mayores olvidados por el mundo, pero rescatados por el Amor de Cristo. En plena Cuaresma esta es una oportunidad para vivir las Obras de Misericordia, junto con el ayuno y la oración. ¡Lee y comparte!
*Por: Ingrid Gómez, voluntaria de la Fundación Hogar de Abuelitos Fe y Luz.
La Fundación Hogar de Abuelitos Fe y Luz (constituida legalmente) nace en el 2002 como una entidad sin ánimo de lucro,está ubicada en la carrera 25ª #1b – 13, en el Barrio Santa Isabel, de la ciudad de Bogotá. Desde sus inicios hasta la fecha ha albergado y cuidado con amor un sin número de adultos mayores, especialmente de aquellos que se encuentran en estado vulnerable, enfermos y desnutridos, dando un hogar a estas personas desafortunadamente olvidadas, en ocasiones por sus propias familias y por el Estado.
En la Fundación viven 24 abuelitos a quienes se les brinda alojamiento, alimentación, recreación, enfermería, asistencia espiritual y lo más importante: amor. También apoyan a otros abuelitos externos, quienes se benefician de los servicios prestados por el Director de la Fundación, Fray Juan Manuel Urrego Chavarriaga, y por el equipo de colaboradores entre los que están cuatro enfermeras, una cocinera y un asistente de oficios. Todos ellos hacen posible esta misión.
Desde niño Fray Juan Manuel daba muestras de su Fe y vocación; su familia a través del testimonio le enseñó a entregar cariño y afecto a los menos favorecidos. Siguiendo el llamado de Dios, aceptó llevar las riendas del Hogar de Abuelitos Fe y Luz, tarea que se complica día a día debido a la falta de financiación y apoyo económico.
Él no se rinde, sin embargo, ya que sabe que es una obra de Dios y al ver la sonrisa de los abuelos, su fe y confianza se fortalecen.
La Fundación está en peligro de cerrar sus puertas, pues la situación económica es precaria, no cuenta con liquidez y lo que más apremia en este momento es que debe cumplir con requisitos que le impone la institucionalidad, para lo cual no hay dinero suficiente. Solo en 2018 la Secretaría de Salud exigió adecuaciones locativas que superaban los 10 millones de pesos para poder acreditar el funcionamiento del Hogar.
La carencia es tremenda, lo cual impide el pleno desempeño de las actividades más rutinarias o sencillas de la Fundación, ya que al no contar con medios económicos se complica el pago de la nómina de empleados, el arriendo de la casa y los servicios, compra de alimentos, entre otros gastos que mensualmente sobrepasan los nueve millones de pesos.
Por ello, acudimos a la comunidad en general, personas o entidades que deseen ayudarnos económicamente o bien sea con alimentos, enseres, ropa, útiles de aseo, etc.
Sabemos que entre todos podemos reunir los $24.500.000 que al día de hoy necesitamos, nos quedan menos de 15 días. Fray Juan Manuel y los más de 24 abuelitos nos necesitan, somos muchos y podemos ayudar. En este tiempo de Cuaresma estamos llamados a la oración, al sacrificio, al servicio y a la caridad de manera especial: ayudemos, recordemos que todos tenemos abuelos y algún día lo seremos, en el prójimo está el mismo Jesús. No seamos como el sacerdote o el levita de la parábola del “Buen Samaritano” que pudiendo ayudar siguieron derecho. Hoy por ti, mañana por mí.
Para hacer sus aportes pueden contactar a la fundación de las siguientes formas: en la Carrera 25A #1B – 13, Barrio Santa Isabel, al correo [email protected] y a los teléfonos Cel: (+57) 301 500 2833 Fijo: (+57) 1 5603488.