Un perro de rescate, entrenado por la Marina de los Estados Unidos para detectar personas con vida entre escombros, se detiene ante un Sagrario y adopta la posición con la cual indica que dentro de éste se encuentra una persona con vida.
La Creación entera, de múltiples formas, da testimonio de Su Creador, Dios y Señor nuestro. Jesús, realmente vivo y presente en el Santísimo Sacramento del Altar.
Si ante un desastre nos conmovemos cuando uno de estos perros entrenados para hallar personas vivas lo hace, con cuánta más razón aquí, cuando lo demuestra ante el más grande y sobrecogedor hecho de la historia: Dios con nosotros, como lo prometió, vivo y presente en el Pan de Vida Eterna.