El 16 de Octubre fue beatificado un grupo de 127 personas en la diócesis de Córdoba, España.
Francisco García es el mártir más joven de todo este grupo. Fue amenazado por un grupo de milicianos, los cuales le dijeron que sería llevado a la cárcel si no se deshacía de su escapulario.
Sin embargo, esta amenaza no fue suficiente para intimidarlo: estaba dispuesto a ir a la cárcel por su fe. El valiente joven falleció dos días después en el lugar en donde estaba detenido.
Tenía 15 años y siete meses cuando fue asesinado durante la persecución religiosa que tuvo lugar entre los años 1936-1939, en los que se desarrolló la Guerra Civil Española. Es el más joven del grupo de mártires recientemente beatificado, seguido muy de cerca de otro joven que ya había cumplido los 16 años.
En la web de la diócesis de Córdoba destacan que, desde pequeño, Francisco “dio muestras de una vida de piedad especial” y “destacaba por su disponibilidad para colaborar con la Iglesia y por ejercer una caridad sencilla con los ancianos y más necesitados”.
Cuando comenzó la Guerra Civil Española y empezó la persecución religiosa, Francisco era “uno de los pocos jóvenes del pueblo que asistía a Misa a diario y comulgaba. Mostró siempre alegría, educación y corrección, incluso hasta en estos momentos difíciles y supremos”.
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Portó su escapulario hasta la muerte
El día 20 de julio de 1936, unos milicianos llegaron a casa de Francisco para detener a su padre. Una hora más tarde, los milicianos volvieron para detener a su tío. Fue entonces cuando vieron que Francisco tenía en el bolsillo del pantalón un escapulario de la Virgen del Carmen.
Le dijeron en tono despectivo que se quitara “aquello”; él se negó y lo amenazaron con llevarlo a la cárcel junto con sus familiares. El joven contestó con una gran convicción que prefería ir a la cárcel que quitarse su escapulario.
Murió el día 22 de julio, cuando milicianos marxistas entraron en el cuartel en el que se encontraba preso y asesinaron a los detenidos.
Fuente: ACI PRENSA
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