Día a día los venezolanos se convierten en protagonistas de historias desoladoras donde la mano de Dios se va haciendo visible gracias al trabajo abnegado de los sacerdotes y misioneros de la Iglesia Católica.
En las parroquias de las fronteras la pastoral social ha sido fortalecida principalmente con la atención y el acompañamiento espiritual. “Es ante todo nuestra principal misión. Muchas personas llegan llorando al templo con sus problemas y preocupaciones. Nos corresponde a nosotros ser instrumentos de Dios para consolar al pueblo”, dice el Padre Esteban Galvis, Párroco de la Iglesia Nuestra Señora de Lourdes en la población de Aguas Calientes -Venezuela, frontera colombo-venezolana.
La atención a los migrantes y también a la misma población empobrecida de la frontera no es sólo material, a pesar de las limitaciones, sino principalmente pastoral y espiritual.
“Vivimos una realidad muy cruda -afirma el Padre Galvis-. Nos encontramos con una situación particular: por un lado, los inmigrantes que pasan por nuestras parroquias y, por el otro, la pobreza de las familias de la frontera. La situación crítica del país no cesa. Somos los pobres atendiendo a los pobres, aunque sea con un vaso de agua de panela. Cada persona, cada grupo familiar tiene una historia particular llena de tragedia… pero todos confían en Dios; ellos buscan en el sacerdote y en las parroquias un refugio para ser fortalecidos y consolados; vienen a confesarse y a colocarse en las manos de Dios”.
Como parte de la actividad pastoral la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Aguas Calientes, se organizan jornadas de Adoración Eucarística, y guía espiritual permanente para las personas que buscan consuelo.
Monseñor Víctor Manuel Ochoa, Obispo de Cúcuta.
En el Informe de Movilidad Humana Venezolana, publicado en mayo de este año por el Servicio a Refugiados de los Jesuitas en Venezuela, advierte que las principales causas que han motivado a los venezolanos a cruzar la frontera ha sido la inseguridad, la preocupación por lo que sucede en el país, el hambre, altos niveles de estrés día a día, la incertidumbre de no saber qué va pasar, y la falta de medicina para tratamientos médicos. El 83.6% ha emigrado buscando ambientes más seguros y 31.2% se vieron forzados a moverse de su sitio original.
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Recientemente se realizó la Asamblea de Laicos de la Frontera, que junto a sus sacerdotes y el Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, refirmaron sus compromisos de servicio pastoral especial y permanente en la zona fronteriza.
Enfatiza el padre Esteban Galvis que un compromiso urgente del cristiano debe ser “la oración y el ayuno, esto ayudará a salir de esta situación”. Y finalmente invita a unirse a esta tarea: “somos el consuelo de quienes viven, y vienen a sufrir a la frontera, e invito a quienes se quieran sumar a esta tarea que oren por la situación que se vive acá, pues Dios es una nuestra única fuerza”.
Una crisis preocupante y acelerada
Por su parte, el arzobispo de Maracaibo y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Mons. José Luis Azuaje Ayala, durante su reciente discurso del pasado mes de julio en la Asamblea Ordinaria mostró su preocupación por la situación que está viviendo el país. “Después de unas elecciones presidenciales que han generado más dudas que certezas, en la actual condición del país, el pueblo se hace algunas preguntas: y ahora ¿qué vamos a hacer?, ¿cuál es el camino a recorrer?, y hace una de las afirmaciones más sentidas: vivimos desesperanzados ante una situación injusta que nos ahoga (…)»
La fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre – ACN visitó recientemente la ciudad de San Antonio de Táchira en Colombia, para ofrecer apoyo y solidaridad a las diócesis fronterizas de Venezuela y Colombia en esta difícil situación que está pasando y con el fin de evaluar los medios de otorgar apoyo económico el proyecto Casa del Migrante.
Hoy es la oportunidad para que te unas en oración a esta causa y para que juntos pidamos a Dios por nuestros hermanos venezolanos.
Participa ya mismo en la campaña promovida por nuestra fundación y conviértete en un benefactor para apoyar esta causa.
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