La conformación del cuerpo humano es perfecta, supera a todos los animales. El homo sapiens aparte de sus cinco sentidos, posee alma, inteligencia, raciocinio y un cuerpo versátil.
El humano ha corrido 500 kilómetros sin dormir en 86 horas; Kim Allan, una mujer neozelandesa de 47 años, lo logró. Igualmente el español Nacho Dean pudo desplazarse corriendo 33 mil kilómetros en etapas diarias durante 3 años, como no lo puede hacer el Ñu Azul del África o el Caribú de Norteamérica.
Puede nadar más de cinco mil kilómetros en tramos diarios, como las ballenas; y ha logrado desplazarse nadando sin parar 177 kilómetros desde Cuba hasta la Florida. El hombre logró sumergirse en apnea, sin oxígeno, 140 metros de profundidad, y resistir 24 minutos bajo al agua sin tanque, comparable con algunos cetáceos.
Ningún animal ha hecho cumbre en el Everest a 8.848 msnm, mientras que el hombre desde 1953 a la fecha tiene más de siete mil ascensos. El Yak, buey del Himalaya, soporta alturas de solo 5.000 metros.
El hombre ha trepado paredes verticales de 1.350 metros como el Gran Trango (Himalaya), el Monte Thorn (Canadá) y El Capitán (Yosemite USA), así como los edificios más altos del mundo: las torres Petronas en Malasia y la Torre Burj Khalifa en Dubai con 884 metros en escalada libre sin protección.
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Un equilibrista francés Théo Sanson caminó en la cuerda floja a 400 metros de altura, 500 metros sin arnés. El ser humano ha descendido a las cavernas más profundas, 2.140 metros, cueva Krubera-Voronya en Georgia, y ningún animal ha llegado a esas profundidades. El «hombre pájaro», el colombiano Jhonathan Flórez (q.e.p.d.), voló con traje artificial, sin propulsión, una distancia de 28 kilómetros a una altura de 11 kilómetros (murió en «su ley» en 2015). Y el británico Eddy Hall fue capaz de levantar 462 kilos en peso muerto, similar al gorila.
El humano ha logrado realizar increíbles contorsiones, superando al simio. La mordida humana puede alcanzar los 77 Kg de fuerza x centímetro cuadrado, mientras el tigre tiene 75 y la hiena 78. La vista, el olfato, la capacidad de agarre, el salto largo y alto es comparable con muchos animales, por lo tanto la versatilidad humana es impresionante.
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Pero frente a esta maravilla, el ser humano en su estupidez se esfuerza por auto acabarse cuando limita la reproducción de su especie, practicando millones de abortos anuales, queriendo cambiar de sexo y promoviendo la ideología de genero que es infecunda; destruyendo el ecosistema, contaminando el medio ambiente, los ríos, mares y matando los corales, así como la tala indiscriminada de bosques; fabricando armas letales de destrucción masiva, provocando guerras y, lo peor de todo, produciendo sistemas de inteligencia artificial que ya superaron al humano en pruebas adelantadas por Microsoft y AliBaba, que terminarán dominándolo y extinguiéndolo.
Esa es la paradoja, que mientras Dios nos dio todo como reyes de la Tierra, el hombre se está acabando a sí mismo, olvidando que somos la creación perfecta como maravilla humana.
*Foto principal: tomada de https://www.cathopic.com
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