La felicidad verdadera está ligada a la realización personal. No es solo un sentimiento de euforia o bienestar que se pueda experimentar en un determinado momento. Realmente feliz puede ser solo aquél que hace el bien «¡Feliz el justo, porque le irá bien, comerá del fruto de sus acciones!» (Is 3, 10)
¿Cómo puedo alcanzar la felicidad? Enrique Rojas, médico psiquiatra, catedrático y director del Instituto de investigación psiquiátrica de Madrid que participó recientemente en el congreso internacional Vivamos el amor auténtico, nos enseña que para ser felices es necesario cuidar con especial mimo dos realidades que van a tener una importancia crucial en nuestra vida, “la educación y la personalidad”; pero que también hay que cuidarnos del “hedonismo” que es un veneno que puede hacernos perder el sentido de la vida.
- “Cuatro puntos esenciales para la educación”
Educar es seducir con los valores que no pasan de moda, es convertir a alguien en persona. El sitio por excelencia para la educación, más que la escuela, más que la universidad, es la familia. Porque un buen padre es mejor que cien maestros y una buena madre es como una universidad doméstica. Y en esta gran labor hay que ponerle especial atención a la educación de la voluntad, de la inteligencia, de los afectos y de la espiritualidad. Si logramos sacar lo mejor de cada uno de estos componentes del educando podremos decir que lo hemos convertido en una persona de bien.
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- “Personalidad madura”
La madurez es esencial para la felicidad, de lo contrario nuestra vida se convierte en un péndulo, incapaz de detenerse en algo fijo porque no sabe lo que quiere. Nota característica de la felicidad es la estabilidad. Entre algunas de las características de una persona madura tenemos: 1. Conocerse a sí mismo: el que no se conoce a sí mismo no sabe lo que quiere y el que no sabe lo que quiere no puede ser feliz; 2. Tener un equilibrio entre corazón y cabeza: una persona demasiado sensible sufre por todo y una persona demasiado racional interpreta la vida como una ecuación matemática.
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3.“Secuelas psicosociales del hedonismo actual”
El hedonismo es una corriente filosófica que nos dice que la felicidad está en el placer. Esto ha convertido al sexo en un dios y en algo banal. Todos a todas horas buscan sexo, pero al mismo tiempo lo banalizan. El varón fingiendo amor lo que busca es sexo y la mujer fingiendo sexo lo que busca es amor. Hemos llegado a creer que podemos ser felices experimentando sensaciones y teniendo cosas. El hedonismo se ha colado de tal manera en la sociedad que nadie aguanta nada. Los primeros afectados son el matrimonio y la familia.
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*Foto principal: tomada de cathopic.com / Dimitri Conejo
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