A través de un comunicado de prensa, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) apoyó la decisión del Obispo de San Rafael, Mons. Eduardo María Taussig, de cerrar el seminario diocesano “Santa María Madre de Dios” a fines de este año.
En contravía de lo señalado por la Iglesia («todo fiel tiene siempre derecho a elegir si desea recibir la sagrada Comunión en la boca», Redemptionis sacramentum, No. 92), Mons. Taussig decidió prohibir la comunión en la boca para todos los fieles de su jurisdicción.
“La Sagrada Eucaristía se dará en la mano”, dicen los protocolos de la Diócesis de San Rafael para la reapertura de los templos en Argentina.
Los seminaristas y algunos laicos, respondieron a inicios de julio con una jornada de rezo del Rosario frente al seminario diocesano, mientras que en la prensa local circuló una carta abierta exigiendo a Mons. Taussig que permita la Comunión de rodillas y directamente en la boca.
«No se puede comer este Pan sin antes adorarlo». – San Agustín
Ahora el portavoz de los obispos se ha pronunciado diciendo que «Como Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina y, recogiendo el sentir del episcopado, acompañamos la decisión de Mons. Taussig, obediente y respetuosa de la comunión con la Iglesia universal y el bien común eclesial”.
Y dando una intepretación teológica ideologizada, han sugerido la necesidad de obedecer el Concilio Vaticano II como la razón detrás del cierre, además de la deslaltad con un obispo que claramente les exigía pasar por encima de la normativa de la Iglesia, así como de la reverencia a la Santísimo Sacramento de la Eucaristía:
“En la formación sacerdotal , el obispo debe poder contar con la ayuda de sacerdotes animados evangélicamente, que acojan en su totalidad y sin reservas las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia, principalmente las contenidas en el Concilio Vaticano II. Eso demanda una clara conciencia de las expectativas actuales de la Iglesia: que adhieran fielmente a las exigencias indicadas por el Plan de Formación Sacerdotal (Ratio fundamentalis), en un clima de lealtad con el pastor de la diócesis y una cuidada responsabilidad de los jóvenes a su cargo”.
En un video publicado el 2 de julio, Mons. Taussig había incluso que esa devoción a la Eucaristía era un engaño del maligno:
“hay mucha división, mucho enfrentamiento, mucha desobediencia…eso no viene de Dios, viene del maligno, que nos tienda bajo especie de bien, de lo más sagrado y sublime, que es la Eucaristía”.
Fuente: ACI Prensa