Compartimos la publicación de ChurchPOP, que da cuenta de cómo un valiente Obispo de Brasil habla claro, llamando a cada cosa por su nombre, e instando a los fieles y a las autoridades de toda índole a abrir los templos, a regresar a la Santa Misa, y a tener sensatez y sentido común, pues no puede ser que se considere que en la hostia consagrada se pueda contraer el coronavirus, mientras todo lo demás está abierto y la gente abarrotada. Esto dice la nota:
Durante una homilía reciente, un obispo de Brasil, Dom Jacinto Sobrinho, con la seriedad y cuidado de un padre y pastor, criticó la forma desigual en que la Iglesia es tratada por el Estado durante la pandemia Covid-19.
En Brasil, al igual que en muchos otros lugares de Latinoamérica, las misas están suspendidas. El arzobispo de Teresina cuestionó que la Iglesia esté sujeta a multas en caso de aglomeraciones, mientras que muchos otros lugares públicos pueden funcionar con normalidad.
Además instó a los sacerdotes a abrir las puertas de las parroquias e invitó a los fieles a regresar a las misas y celebraciones.
La dura homilía del obispo
“Tenemos derecho a eso. En las playas, el fin de semana festivo, no vi ninguna distancia, no vi una máscara, no vi alcohol en gel. Enfrenté un tráfico tremendo para llegar a Parnaíba y participar en el 75 aniversario de la Diócesis, y había cientos y cientos de vehículos”, dijo el obispo.
Y preguntó: “ ¿Por qué las playas no tienen coronavirus y las iglesias sí? Nuestra Iglesia Católica fue la entidad que más colaboró para la preservación de la vida. No tengo duda. Tengamos el valor de venir y participar”.
“Insto a los sacerdotes aquí: ¡abran las puertas de la Iglesia! Los que no pueden estar adentro, que estén en el patio. Multiplica las celebraciones, pero llama al pueblo católico a la Iglesia ”, enfatizó el obispo.
“¡Suficiente! Cinco meses de ayuno. ¡Suficiente! ¡Suficiente!” Y destacó: “Tenemos la prudencia, el cuidado necesario, pero no el miedo excesivo, que nos paraliza”.
El obispo también pidió que la Iglesia sea tratada de la misma manera que otros lugares públicos, la mayoría de los cuales ya funcionan en la ciudad.
“Las playas están llenas, restaurantes, bares, burdeles, plazas comerciales, salas de conciertos… ¿Es posible que solo en la Hostia Consagrada, Cuerpo y Sangre de nuestro Salvador que tenga un virus? No creo. Jesús sigue siendo el Salvador” .
“Tendremos el coraje de volver. Padres, diáconos, coordinadores comunitarios, tienen la fuerza espiritual para invitar a la gente a regresar a las iglesias. Es hora de volver a las celebraciones. Repito: con la debida cautela. (…) No te conformes, hay mucha gente instalándose.
¡Suficiente! Mi palabra es esta: suficiente. No más alejamiento. Es hora de volver, sin miedo y con mucha confianza”, concluyó el obispo.
Aquí puede ver el video original en portugués.
Para apoyar el trabajo de R+F puedes hacer un aporte único o periódico con cualquier tarjeta débito o crédito: