«Es lamentable ver a tantos sacerdotes vendiendo la Doctrina de la Iglesia y sembrando división entre los católicos», dijo el Cardenal Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el pasado 25 de mayo en París.
«Tratar de ganar popularidad en los medios de comunicación, sacrificando la verdad equivale a hacer el trabajo de Judas», agregó.
También dijo que eran falsos profetas aquellos que «anuncian cambios y rupturas con grandes voces», ya que «no están buscando el bien del rebaño» sino que en realidad son «mercenarios que se han infiltrado en la grey»
«Donde abunda la confusión Dios no puede habitar, porque Dios es luz y verdad»
card. Sarah
«Si cualquiera puede defender su opinión, sus hipótesis teológicas, sus novedades o su enfoque pastoral, contradiciendo las exigencias Evangelio y del Magisterio perenne de la Iglesia, entonces las divisiones se multiplicaran en todos lados», dijo.
«Donde abunda la confusión Dios no puede habitar, porque Dios es luz y verdad» , agregó el Card. Sarah.
A los cristianos les debemos una enseñanza clara, firme y estable, «cómo es posible que obispos y conferencias episcopales se contraigan una a otra», comentó. La unidad de la fe implica que haya «una unidad de tiempo y espacio del Magisterio».
Esa unidad no equivale a rigorismo, explicó, ya que «cualquier evolución tiene que llevar a un mejor entendimiento y profundización en la enseñanza del pasado«.
Recientemente el Cardenal Raymond Burke, el obispo Athanasius Schneider otros emitieron una declaración de verdades de fe, para una época que describieron como de «confusión y desorientación doctrinal casi universal».
