Haciendo un análisis de un artículo reciente del The Washington Post, en el que se celebra el esfuerzo de los obispos alemanes para modernizar la Iglesia, al tiempo que se cuestiona la lentitud del Papa Francisco para seguir su paso, el periodista de EWTN y Get Religion, Terry Mattingly, señala que el único éxito que han tenido los obispos alemanes es el de modificar sustancialmente la fe católica.
Porque si de lo que se trata es de propagar la fe, los obispos de ese país son un ejemplo, pero de todo lo contrario, ya que cada año más de 200.000 alemanes apostatan, o renuncian oficialmente a su fe católica.
Siguiendo la actual tendencia, para 2035 otros 10 millones de católicos habrán abandonado a la Iglesia en ese país.
Mientras que por el contrario la Iglesia católica luce más y más atractiva en el continente africano, en donde la población católica ha crecido en un 250% desde 1980.