Como ya es costumbre, el borrador de trabajo para el nuevo Sínodo de la Amazonía (del 6 al 27 de octubre) genera preocupación y polémica dentro de la Iglesia.
Así mismo, y como ya se ha advertido muchas veces, comenzaría la eliminación del celibato sacerdotal de forma progresiva, proponiéndolo para casos excepcionales que poco a poco se irían generalizando:
En la tercera parte del ‘Instrumentum Laboris’, en el capítulo IV, en las sugerencias se dice:
«Afirmando que el celibato es un don para la Iglesia, se pide que, para las zonas más remotas de la región, se estudie la posibilidad de la ordenación sacerdotal para personas ancianas, preferentemente indígenas, respetadas y aceptadas por su comunidad, aunque tengan ya una familia constituida y estable, con la finalidad de asegurar los Sacramentos que acompañen y sostengan la vida cristiana».
//platform.twitter.com/widgets.js¡El próximo #SinodoAmazonico ya en marcha! Se hace público el texto de trabajo en el que se reflexionará sobre la exclusión y deforestación de la zona y se estudiará la posibilidad de ordenar a ancianos indígenas para facilitar los sacramentos en tierras alejadas.@COPE pic.twitter.com/hMR3Wo5aHO
— Eva Fernández (@evaenlaradio) 17 de junio de 2019
Teniendo en cuenta que se propone como justificación asegurar los sacramentos en lugares remotos, bien podría ir haciéndose la analogía a muchos lugares de Europa donde también es difícil asegurarse los sacramentos, en los que se vería con buenos ojos que vuelvan al ministerio sacerdotal aquellos que desde los años 60 lo han abandonado para formar una familia, así como ordenar a algunos laicos comprometidos que estén interesados en administrar los sacramentos.
También plantea que hay que identificar «el tipo de ministerio oficial que puede ser conferido a la mujer», tomando en cuenta «el papel central que hoy desempeñan en la Iglesia amazónica».
Además, el documento propone a los obispos adaptar las celebraciones eucarísticas a las culturas a las que pertenecen, de modo que «las celebraciones sean festivas con la propia música y danza, en lenguas y con vestimentas autóctonas, en comunión con la naturaleza y con la comunidad».