Fe

¿Los protestantes creen o no en el purgatorio?

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Escrito por Padre Henry Vargas

El purgatorio es dogma de fe. Su existencia, y objetivo, se deduce claramente de ciertos pasajes de las Sagradas Escrituras (para quien sabe leer los textos bíblicos y no los manipula o mal interpreta) y está confirmada por la Tradición. Por tanto esta realidad hace parte del magisterio de la Iglesia.

El purgatorio, que no es un estado intermedio entre el cielo (del cual es su antesala o antecámara) y el infierno, es una verdad recordada y explicada ampliamente en varios documentos de la Iglesia; entre ellos, el catecismo (1030, 1031, 1032) y el Concilio Vaticano II (LG 49, 50, 51).

El purgatorio lo exige la infinita santidad de Dios que no puede recibir en su Reino a quien no esté debidamente limpio y purificado (Mt 22, 11-13). En este sentido la biblia nos dice que en la Ciudad Santa (es decir en el cielo) “no podrá entrar nada que esté manchado” (Ap 21, 27). 

El purgatorio es, además en el fondo, una expresión de la misericordia de Dios; pues de no existir nadie prácticamente entraría al cielo pues casi nadie al momento de morir sería inmaculado o estaría perfectamente puro y santo, digno de entrar a la gloria del cielo.

Está claro que la persona salvada de verdad es aquella que llega al Cielo de manera directa o indirecta a través del purgatorio. Mientras vamos de camino a la eternidad, el que está en gracia de Dios a través de los sacramentos y muere, no en pecado mortal, está en vía de salvación aunque tenga que pasar por una etapa de purificación temporal (Catecismo, 1472).

Pasemos ahora a mirar ahora cuál es la posición del protestantismo. El mundo protestante niega la realidad del purgatorio básicamente por cuatro motivos:

1.- Porque en la Biblia no aparece de manera explícita la palabra ‘purgatorio’. Como la palabra purgatorio no está en la biblia pues sencillamente para ellos no existe ese ‘lugar’ de purificación. Es decir los protestantes, como son literalistas, si no encuentran la palabra exacta en la biblia pues no aceptan nada; lo cual es ilógico.

Pero este es otro de los crasos errores pues si aplicáramos éste mismo criterio habría que eliminar también muchas otras verdades dogmáticas que explícitamente no se mencionan en la biblia. Habría que negar también, por ejemplo, la Encarnación del Hijo de Dios pues en la Biblia no aparece la palabra ‘Encarnación’; y negar que Dios sea uno y trino, negar la Santísima Trinidad, pues en la Biblia tampoco aparecen estas palabras.

Y para colmo de males los protestantes piensan que la Biblia enseña sólo palabras, y no verdades o doctrinas.

2.- Consecuencia del punto anterior los protestantes están convencidos de que en sagrada escritura sólo se hace mención explícita de dos estados después de la muerte: la vida eterna o la condenación eterna (al que ellos no irán por el ‘una vez salvado salvo para siempre’. No hay otros ‘lugares’, o lo uno o lo otro.  Según los protestantes Jesús habló solo de castigo eterno y vida eterna: “e irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna” (Mt 25, 46).

3.- Los protestantes también niegan la existencia del Purgatorio porque, por la errónea concepción de la justificación, esta purificación de las almas después de la muerte no es necesaria. Según ellos el purgatorio no tiene razón de ser pues la purificación ya nos fue alcanzada gracias al sacrificio de Jesús en la cruz, pues la sangre de Jesús es la que purifica: “la sangre de Jesucristo, su hijo, nos purifica de todo pecado” (1 Jn 1, 7). Y que “Jesucristo (…) el que nos purificó de nuestros pecados por su sangre…” (Ap 1, 5).

4.- Los protestantes dicen que el purgatorio tiene uno de sus fundamentos en libros que no pertenecen a su biblia. Los protestantes, como no aceptan 7 libros de la biblia niegan en consecuencia lo que en esos libros está contenido. Uno de los libros que ellos no aceptan es el libro de los Macabeos. Por tanto, los protestantes niegan el purgatorio porque niegan la validez de la oración por los difuntos y la necesidad que estos tengan de la misma. En este sentido ellos, por ejemplo, no entienden 2 Macabeos 12, donde Judas Macabeo y sus hombres oran por sus caídos que “se habían dormido en la justicia”, de modo que pudieran ser “librados” de sus pecados habiendo dejado este mundo, y que hacer esto era un “santo y piadoso pensamiento”.

Hay quien dice además, dentro de los protestantes, que el purgatorio es una incitación al pecado por la posibilidad de arreglar las cosas con Dios después de la muerte; y que el purgatorio sería un invento de la Iglesia, etc.

P. Henry Vargas Holguín.

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