Fe

¿Las devociones están en crisis?

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Escrito por Padre Henry Vargas

Un feligrés, a manera de queja, me dijo alguna vez que una de las primeras acciones que hizo un joven sacerdote recién nombrado párroco de su parroquia fue la de quitar algunas imágenes sagradas del templo parroquial, con el simple argumento de que eran cosas viejas. Ese feligrés se lamentaba porque esas imágenes, aunque no fueran estéticamente muy bonitas, eran aun capaces de llamar la atención de muchos fieles.

¿Cómo catalogar o definir la actitud de ese joven párroco? Por un lado es difícil conocer su pensamiento y/o qué pretendía, y por otro lado no es posible juzgarlo. En todo caso hoy en día, y de una manera cada vez más generalizada, reina una crisis de fe, crisis que se ve reflejada en una ausencia de lo devocional. Las devociones, ya sea hacia los santos ya sea hacia diferentes aspectos relacionados con Jesucristo,  están perdiendo auge.

Se constata pues un doble y opuesto comportamiento: Hay quien desearía quitar todas las estatuas y las imágenes sagradas de los templos parroquiales, capillas, santuarios; y hay quien lamenta esta especie de mentalidad iconoclasta, diciendo con tristeza, por ejemplo, “se ha perdido la fe”.

Antes que todo es necesario decir que en la Iglesia la única devoción verdadera y legítima va dirigida a la mismísima divina persona de Jesús, el Cristo, que es el objeto central del culto y de la espiritualidad. Cualquier otra devoción es legítima en cuanto conduce a esta única devoción o culmina en ella. Esto vale para el culto a los santos y para cualquier otro culto, incluido aquel muy especial hacia la Virgen María.

Históricamente muchas devociones surgen como una reacción en contra de determinados errores (pensemos en la variedad de devociones que generó la posición antijansenista), o a que ciertas personalidades religiosas animadas por su fervor y por un ánimo apostólico o misionero, han visto la necesidad de introducir en el culto algunos aspectos de la vida del Señor Jesucristo, o bien la figura de un santo o santa que mejor respondiera a unas necesidades espirituales.

¿Y por qué las devociones parecen perder fuerza o vigencia?

Algunas devociones, especialmente las relacionadas con Jesucristo y su pasión, se han olvidado porque, según algunos, ya no existe la necesidad espiritual que las originó.

Dicho de otra manera, dejando de existir las motivaciones o las circunstancias históricas que dieron origen a tal o cual devoción, y apagados los fervores iniciales, ciertas devociones llegan a quedar privadas de atractivo, y ya no dicen nada a quien vive en otras épocas de la historia.

Pero hay una razón aun más profunda. Hoy en día, se nota entre los cristianos la tendencia a ir a lo esencial y a ahondar en ello. Y esta tendencia, antes que valerse de devociones particulares, opta por dirigirse directamente a la Biblia y a la liturgia, cuyo centro de ambas es Jesucristo. La Biblia es el descubrimiento de muchos cristianos de hoy, y la liturgia (incluyendo obviamente los sacramentos y sacramentales) viene mostrando a nuestros contemporáneos siempre más sus tesoros de espiritualidad.

En la lectura de la Biblia, especialmente de los evangelios, y en la participación cada vez más consciente de la liturgia, el pueblo cristiano encuentra la mejor manera de alimentar la propia fe y el propio sentimiento, sin recurrir a algo más.

Finalmente hay que notar la tendencia del ser humano moderno hacia lo auténtico, a lo funcional y practico. Esta tendencia da pie para hacer ver las devociones, a los santos especialmente, como algo secundario o accesorio; lo esencial es la persona de Cristo.

Es decir, aunque en el pasado las devociones eran legítimas porque tenían relación directa o indirecta con la divina persona de Cristo, sin embargo, hoy se prefiere llegar a Él de manera directa, sin relación alguna con lo que gira en torno a Él. Esta tendencia, aunque no necesariamente llega al desprecio por el pasado y por cuantos le dan importancia, es respetable y habría que privilegiarla sin menospreciar o ignorar ninguna devoción.

Tener en cuenta más la relación con Dios a través de su palabra (la Sagrada Escritura) y a través de la liturgia (los sacramentos y la oración pública de la Iglesia) tiene como objetivo el conducir a los fieles a Cristo, quien se hace presente.

¿Qué hay de más auténtico que llegar a Él por el camino maestro de la Biblia y de la liturgia interpretadas y explicadas  por el magisterio de la Iglesia? Así se evita el posible peligro que hay en las devociones de quedarse en lo particular perdiendo de vista el conjunto y lo esencial.

Después de todas estas consideraciones nos preguntamos. ¿Está bien quitar de los templos parroquiales las estatuas y las imágenes de los santos? A mí no me parece que se deban quitar porque el hacerlo se da a entender que esas devociones son o fueron infundadas, o que han sido un error en la historia de la Iglesia; además dichas devociones han tenido y/o tienen una dimensión pedagógica.

En estas cosas es importante tener en cuenta la prudencia, la sensatez y el sentido común. A lo sumo, se podría cambiar de lugar, dentro del mismo templo parroquial, alguna imagen o algún cuadro pero fruto de un gran consenso con el obispo y con los fieles; y que no sea lo primero que haga un nuevo párroco cuando llegue a su nueva parroquia, de lo contrario lo que logra es dividir a la comunidad y, como se dice en el evangelio, apagar el pabilo vacilante.

Especial atención hay que tener con los templos parroquiales nuevos en los que no hay que quitar ninguna imagen sagrada (simplemente porque no la había), sino más bien introducirla. En este sentido hay que evitar dos excesos: La demasiada sobriedad y la demasiada exuberancia de elementos: la sobriedad podría generar en los fieles una especie de frialdad (las iglesias se asemejarían a los centros de reunión de los protestantes) y la exuberancia podría generar agobio. Es pues importante encontrar con la debida prudencia pastoral un punto de equilibrio. Otra cosa importante es no ver las imágenes con un simple criterio decorativo.

P. Henry Vargas Holguín.

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