Fe

Las claves del mensaje de la Virgen de Fátima

Escrito por Redacción R+F

Según recoge el portal Aleteia, el Cardenal de Fátima, Monseñor Marto, el mensaje de Fátima tiene tres aspectos:

  1. La visión del infierno como advertencia a la humanidad de sacudir las consciencias,
  1. La devoción al Inmaculado corazón de María, y
  1. La presencia de sufrimientos, persecuciones y martirios en la Iglesia.

En todo caso, es un mensaje de esperanza y perseverancia en medio de las dificultades en el mundo.

De acuerdo al Documento oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Sor Lúcia tenía claro que

el objetivo de todas las apariciones era el de hacer crecer siempre más en la fe, en la esperanza y en la caridad. Todo el resto era sólo para conducir a esto.

(Comentario teológico al tercer “secreto” de Fátima)

Según algunas interpretaciones, la Madre de Dios quiso ser conocida como Nuestra Señora de Fátima para dar esperanza al pueblo musulmán, que ocupó los territorios de Portugal durante siglos.

Estos serían diez de sus mensajes más importantes:

  1. “Quieren ofrecer a Dios el soportar todos los sufrimientos que Él quisiera enviarles como reparación de los pecados con que Él es ofendido y de suplica por la conversión de los pecadores?” (13 de Mayo, 1917)
  2. “Jesús quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. A quien le abrazáre prometo la salvación y serán queridas sus almas por Dios como flores puestas por mi para adornar su Trono.” (13 de junio de 1917)
  3. “Nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios.” (13 de junio de 1917)
  4. Cuando recen el rosario, digan después de cada misterio: “Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente las mas necesitadas de tu misericordia”. (13 de junio de 1917)
  5. “¡Hagan sacrificios por los pecadores y digan muchas veces, y especialmente cuando hagan un sacrificio:

    «Oh, Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María!»” (13 de Julio de 1917)
  6. “Han visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacen lo que yo les digo se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra terminará, pero si no dejan de ofender a Dios en el reinado de Pío XI comenzara otra peor”. (13 de julio de 1917)
  7. “Cuando vean una noche alumbrada por una luz desconocida, sepan que es la gran señal que Dios les dará de que va a castigar al mundo por sus crímenes por medio de la guerra, del hambre, de la persecución de la Iglesia y del Santo Padre.

    Para impedir eso, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados.

    Si atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones de la Iglesia: los buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá que sufrir mucho; varias naciones serán aniquiladas.

    Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará“. (13 de julio de 1917)
  8. “Oren, oren mucho y hagan sacrificios por los pecadores. Son muchas almas que van al infierno porque no hay quien se sacrifique y ruegue por ellas“. (19 de agosto de 1917)
  9. “Continúen rezando el santo rosario para alcanzar el fin de la guerra. En Octubre vendrá también nuestro Señor, Nuestra Señora de los Dolores y del Carmen, San José con el Niño Jesús para bendecir al mundo”. (13 de Septiembre de 1917)
  10. “Quiero decirte que hagan aquí una capilla en honor mío, que soy la Señora del Rosario, que continúen rezando el Rosario todos los días. ¡No ofendan más a Nuestro Señor, que está ya muy ofendido!“. (13 de octubre de 1917)

Oración

Oh, Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina del Rosario, dulce Virgen de Fátima

Me consagro a tu Inmaculado Corazón para estar plenamente disponible y consagrado al Señor.

Acepta por favor, tenerme bajo tu protección maternal, defenderme contra los peligros, ayudarme a vencer las tentaciones, a huir de los pecados, y te suplico que veles de la pureza de mi cuerpo y de mi alma.

Que tu Inmaculado Corazón sea mi refugio y el camino que conduce a Dios.

Dame la gracia de rezar y sacrificarme por el amor de Jesús, por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos en contra de tu Inmaculado Corazón.

Confiando en tí y en unión con el Corazón de tu Divino Hijo, quiero vivir para la Santísima Trinidad en quien creo, adoro, espero y amo.

Que así sea.

Fuente: Aleteia – Virgen de Fátima: “Una Señora más brillante que el sol”

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