La medicina de Santa Hildegarda «es una medicina global que se ocupa del cuerpo, del alma y del espíritu y que utiliza los remedios naturales» (minuto 23) afirma Juan Antonio Timor en una entrevista telefónica para el programa La vida es bella.
«Para Santa Hildegarda de Bingen la salud tiene los planos físico, corporal, emocional y espiritual (…) Cuando vamos a un hospital el aspecto psicosomático no tiene mucha importancia para la mayor parte de los doctores», afirma Juan Antonio. Muchos de los problemas de salud actuales se derivan de unos ritmos de vida inadecuados. Con frecuencia, en clínicas y hospitales, por más que se acepten de manera más o menos explícita las dimensiones emocionales y espirituales de la salud, no suelen ser tenidas en cuenta al momento del diagnóstico y del tratamiento.
Juan Antonio Timor llegó a la medicina de Santa Hildegarda en un recorrido -algo tortuoso como él mismo afirma (minuto 7)- en la búsqueda de la salud de los suyos. En este caminar pasó incluso por algunos elementos new age. Gracias a su obediencia al magisterio de la Iglesia (Jesucristo portador del agua viva) y a un libro que le regalaron sobre la medicina de Santa Hildegarda inició esta aventura junto con su familia.
Puede escuchar la entrevista completa con el profesor Juan Antonio Timor en el siguiente enlace:
Escucha»La Vida es Bella_Juan Antonio Timor» en Spreaker.
La Medicina Hildegardiana está basada en los escritos de la monja benedictina y mística alemana Hildegarda de Bingen, quien fuera declarada Doctora de la Iglesia por el papa Benedicto XVI el 7 de octubre de 2012. En la carta apostólica con que le proclamó se dice:
“El hombre es visto como unidad de cuerpo y alma. Se percibe en la mística alemana un aprecio positivo de la corporeidad y, también en los aspectos de fragilidad que el cuerpo manifiesta, ella es capaz de captar un valor providencial: el cuerpo no es un peso del que liberarse y, hasta cuando es débil y frágil, «educa» al hombre en el sentido de la creaturalidad y de la humildad, protegiéndole de la soberbia y de la arrogancia.”
Hoy en día, Juan Antonio se dedica a promocionar por todos los medios posibles un tesoro que parece aún escondido para una buena parte del mundo católico. Tradujo al castellano el libro Manual de Medicina de Santa Hildegarda, publicado por la editorial española Libros Libres. Fundó y dirige actualmente la Casa Santa Hildegarda, la «principal plataforma en España y América en la difusión de la medicina de Santa Hildegarda», según se lee en su página web y ahora promociona un curso online sobre la medicina de Santa Hildegarda con el objetivo de hacer llegar los remedios de la Santa de Bingen a cualquier parte del mundo donde haya internet.
También le preguntamos a Juan Antonio cuál sería la diferencia entre la medicina de Santa Hildegarda y lo que proponen otras formas de medicina naturista (10:10). «En primer lugar -nos responde- es que hablamos no sólo de una religiosa, sino de una santa, y más aún de una doctora de la Iglesia». Hay que tener en cuenta que en dos mil años de historia, sólo cuatro mujeres han sido declaradas doctoras de la Iglesia (Las santas Catalina de Siena, Teresa de Ávila, Teresita de Lisieux, y Santa Hildegarda de Bingen). Lo realmente importante, para el director de la Casa Santa Hildegarda, es que estos conocimientos médicos no serían resultado del saber y la investigación humana, sino que son fruto de una revelación divina. Sería una medicina bajada del cielo.
«Si una persona está en gracia de Dios, si su alma está viva y sana, es mucho más fácil que pueda tener un estado de salud o pueda recuperar la salud -si ha tenido una enfermedad- que una persona que está alejada del Creador que es la fuente de la Vida».
«Si nos desconectamos de la fuente que nos ha creado y nos mantiene vivos evidentemente es mucho más fácil caer enfermos, y es mucho más difícil recuperar la salud. La medicina de Santa Hildegarda es una medicina en la que el plano espiritual está contemplado y el plano psicosomático también», agrega el director de la Casa Santa Hildegarda.
«Una enfermedad siempre es una encrucijada en la cual se nos da la oportunidad de darnos cuenta de que estamos viviendo de una forma no totalmente correcta»
En principio todas las enfermedades tendrían curación. Por ello, deberíamos aprender a ver cada enfermedad como una oportunidad de examinar si se va o no por un buen camino.
Santa Hildegarda habla de unas ciertas reglas de oro de la vida (minuto 14) :
- «Que tu comida sea tu medicina».
- Utiliza, para conservar y recuperar tu salud, en caso de que la hayas perdido, los remedios que te proporciona la naturaleza.
- Procúrate una alternancia natural de sueño reparador y de ejercicio adecuado.
- Consigue un equilibrio razonable entre el descanso y el trabajo (una forma del lema benedictino «Ora et labora»).
- Purifica tu cuerpo de sus toxinas mediante baños, sauna, ayuno y otros procesos de desintoxicación.
- Transforma tus rasgos psicosociales negativos («defectos») en actos generosos de amor que te llenarán de alegría espiritual, vitalidad y humanidad.
Para saber más: