Luego del criticismo con el que fue recibido el comunicado de la Conferencia Episcopal con el que justificaba el paro del 21 de noviembre, desde El Catolicismo (periódico de la Arquidiócesis de Bogotá) se publicó una editorial dirigida a responder a las críticas (ver aquí).
Sin embargo, el escrito desaprovechó la oportunidad para rectificar y mostrar la neutralidad que se espera de la Iglesia católica en cuestiones políticas, para en su lugar reafirmar el discurso de la izquierda política con el cual se convocó a las marchas.
#Editorial ?
— Arquidiócesis de Bogotá (@arquidiocesisbo) November 21, 2019
Los obispos, contrario a lo que algunos medios han afirmado, no han dado ninguna bendición al paro, y sí más bien manifiestan la necesidad de mirar las causas objetivas que están detrás del descontento social que hay en el país
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La editorial comienza reiterando el aparte más polémico comunicado de la Conferencia Episcopal, que consideró justificada la movilización ciudadana a causa de la situación social del país, al ratificar que los obispos consideran que “en Colombia siguen existiendo unas condiciones de vida muy precarias todavía para millones de personas”.
Esa visión contrasta con la realidad social y estadística del país de las últimas décadas. La verdad es que si se toman los 10 principales indicadores de bienestar (empleo, vivienda, balance vida-trabajo, salud, educación, comunidad compromiso cívico, medio ambiente, seguridad personal y bienestar subjetivo), se tiene que en las últimas décadas las familias colombianas han mejorado sustancialmente en la mayoría de ellos, mientras que en medio ambiente y seguridad han tenido retrocesos en algunas regiones (ver estudio de la OECD).
Sin embargo, para el marxismo del cual surge la teología de la liberación, ninguna situación social es aceptable hasta que no se logre la total igualdad prometida por el estado comunista.
Es por eso que destacadas personalidades del Vaticano, como monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, hombre de confianza del Papa Francisco se han atrevido a afirmar recientemente cosas como que (ver):
«En este momento, los que mejor realizan la doctrina social de la Iglesia son los chinos»
De modo que mientras la tendencia económica muestra que en las últimas décadas la clase media ha crecido en Colombia y que gracias a eso la mayoría de las familias hoy tienen mejores oportunidades de vida (ver investigación de la Universidad Nacional), la Arquidiócesis de Bogotá en su editorial erróneamente afirma que “Conservamos todavía estructuras demasiado piramidales y el ascenso económico y social son tareas titánicas para el ciudadano del común”.
Finalmente, la Iglesia asumió una posición combativa acusando a quienes señalan los avances sociales del país de “meterle más presión a una situación social que está cargada de inconformismo y cansancio”.
Imagen tomada de El Catolicismo, Crédito DW