Fe Vida

Chamán gay decide casarse y suicidarse el mismo día, y sacerdote católico pide a niños que lo bendigan

Escrito por Redacción R+F

La parroquia de Santa Teresa (EE.UU.) es reconocida por ser “incluyente” frente a las creencias de quienes la frecuentan.

La consternación de los fieles católicos, ya acostumbrados a traiciones y abandonos de la fe por parte de sus pastores, fue tal que la Arquidiócesis de Seattle emitió un comunicado aclarando que el sacerdote jesuita Quentin Dupont, no conocía plenamente las intenciones del activista gay y pro eutanasia Robert Fuller.

La declaración de la Arquidiócesis no ha convencido a los fieles indignados, quienes ponen de presente que Fuller se había esforzado en hacer que toda la comunidad fuera consciente de su decisión, ya que quería hacer de su suicidio un ejemplo para todo el país sobre el funcionamiento de las leyes de eutanasia.

El músico de la parroquia, Kent Stevenson, explicó que su decisión era ampliamente aceptada por la gente de la parroquia, de la cual Fuller era un miembro activo pues leía las Escrituras en la misa, y con frecuencia les agregaba sus propios comentarios críticos o divertidos.

¿Por qué tengo que sufrir?

El suicida había sido recientemente diagnosticado con cáncer, y tenía dificultades para comer por lo cual estaba bajando de peso rápidamente.

Fue entonces cuando decidió que el día de su muerte iba a hacer la “fiesta de su vida”, en la que aprovecharía para “casarse” con su joven pareja del mismo sexo y despedirse de sus amigos.

Fiesta de la eutanasia de Robert Fuller

La madre de Fuller, en medio de una profunda depresión,  se suicidó delante de él ahogándose en un río cuando apenas tenía 8 años.

Desde ese entonces comenzó una patológica relación con la muerte, la que lo llevó a intentos suicidas, así como a causarle la muerte a un compañero homosexual enfermo de sida que, según él, no podía seguir luchando más.

De acuerdo con un reportaje realizado por el periódico USA Today, Fuller había decidido con mucha antelación que de quedar enfermo terminal iba a tener el control sobre su muerte.

La eutanasia que se realizó una vecina de su edificio, a la cual acompañó en su proceso jurídico, le llevó a consolidar ese propósito.

Fuller decidió “casarse” con Reese Baxter el mismo día de su eutanasia

Cuando se enteró de un agresivo cáncer en la base de su lengua, sólo se realizó una sesión de quimioterapia, la cual abandonó explicando que el tratamiento “estaba matando su alma”.

En su lugar, rápidamente eligió la fecha para realizarse la eutanasia que tuvo lugar el 10 de mayo de este año.

“¿Por qué tengo que sufrir? Me siento completamente tranquilo haciendo esto”, le dijo Fuller a un periodista de USA Today.

La Eucaristía del chamán

Nunca dudó un instante en hacerse la eutanasia cuando supo de su enfermedad, según narró a un periodista de la agencia AP, y explicó que de acuerdo a sus creencias chamánicas, la muerte era una “meditación perpetua”.

En todo caso, Fuller quiso acercarse a la iglesia de su infancia, en donde encontró un sacerdote jesuita dispuesto a darle la comunión independientemente de las creencias contrarias a la fe que públicamente sostenía.

El 5 de mayo pasado, días antes de realizarse su “fiesta de eutanasia” fue a misa dominical, en donde el padre Dupont no sólo le administró la Eucaristía, sino que interrumpió la celebración de la primera comunión de varios niños para pedirles que, junto al resto de la comunidad, le dieran a Fuller una bendición muy especial.

Los párrafos 2276 a 2283 del Catecismo de la Iglesia católica explican que la eutanasia y el suicidio son contrarios a la fe, ya que contradicen la inclinación natural a perpetuar la vida, así como el amor al “Dios de la vida”.

También rompe con los vínculos de solidaridad, y en caso de que se haga como una forma de dar ejemplo a los demás, en especial a los jóvenes, se convierte en un motivo grave de escándalo.

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