El portal Infovaticana recoge y publica en su cuenta de Twitter la hoja que “en una pequeña iglesia madrileña” fue fijada a la entrada.
Bajo el título “DISPOSICIONES PARA PODER COMULGAR BIEN”, se les explica a los fieles cuáles son las condiciones para poder comulgar, no según el parecer particular de uno u otro párroco o sacerdote, sino según lo enseña y manda la Santa Iglesia.
Veamos el “trino”:
Y esta es la imagen de la página puesta a la entrada del templo, la cual transcribimos. También dejamos el archivo en formato PDF para quienes deseen descargarlo y/o compartirlo.

Disposiciones
para poder
COMULGAR BIEN
Las disposiciones para
recibir dignamente a Cristo,
son:
- ESTAR EN GRACIA DE DIOS, es decir, limpios de pecado mortal. Nadie puede acercarse a comulgar, por muy arrepentido que le parezca estar, si antes no ha confesado los pecados mortales. El pecado venial no impide la comunión, pero es lógico que tengamos deseos de recibir a Jesús con el alma muy limpia; de ahí que la Iglesia aconseja confesarse con frecuencia, aunque no tengamos pecados mortales. Si alguien se acercara a comulgar en pecado mortal, cometería un SACRILEGIO.
- GUARDAR EL AYUNO EUCARÍSTICO, que supone no haber comido ni tomado bebidas desde una hora antes de comulgar; el agua no rompe el ayuno y tampoco las medicinas. Los ancianos y enfermos –y los que los cuidan– pueden comulgar aunque no haya pasado una hora después de tomar algo.
- SABER A QUIÉN SE RECIBE. Puesto que se recibe al mismo Cristo en este sacramento, no podemos acercarnos a comulgar desconsideradamente o por mera rutina, o para que nos vean. Hemos de hacerlo para corresponder al deseo de Jesús y para hallar en la comunión un remedio a nuestra flaqueza.
Hasta en la COMPOSTURA EXTERNA debe manifestarse la piedad y el respeto con que nos acercamos a recibir al Señor. Se comulga de rodillas o de pie, según lo haya determinado la Jerarquía de la Iglesia y pida la devoción de cada uno. Se aconseja vivamente la COMUNIÓN EN LA BOCA, recibida directamente del Sacerdote, por ser la manera más digna de comulgar y para evitar pecados, sacrilegios y profanaciones.
“No pueden acercarse a comulgar aquellos que no están en PLENA COMUNIÓN CON LA IGLESIA, LOS EXCOMULGADOS, O AQUELLOS QUE OBSTINADAMENTE PERSISTEN EN UN PECADO GRAVE Y PÚBLICO”.