Colaboración especial de Maria Fernanda Alarcon. Presidente de La Red Familia Colombia
El viernes 28 de abril de 2017 estuve en la “Universidad El Bosque” en un Foro denominado “MATRIMONIO IGUALITARIO Y ADOPCIÓN EN LA COMUNIDAD LGTBI” organizado por su Departamento de Bioética, a través del cual se pretendía, entre otros, conocer y reflexionar sobre los roles y transformaciones de la familia en distintos períodos de la historia, conocer la reflexión bioética sobre los supuestos discursos homofóbicos y el debate actual sobre la familia en la teoría social, y conocer, analizar y valorar la incidencia del movimiento LGTBI en Colombia por el reconocimiento de los derechos de parejas del mismo sexo.
Teniendo en cuenta que se trataba de un Foro organizado por el Departamento de Bioética de una importante Universidad de Bogotá, consideramos importante asistir con el fin de conocer las posiciones y planteamientos que en dicho Foro pudieran ser esbozados, respecto de lo cual debo decir que algunas conclusiones centrales del mismo me dejaron ALARMADA.
Si bien es cierto que la comunidad LGTBI ha sufrido, por regla general, de intolerancia y bullying a lo largo de la historia, lo cual es absolutamente reprochable y no debe repetirse ni estar sucediendo en nuestro tempo, ya que las personas con tendencia homosexual merecen un trato digno y respetable, al igual que cualquier individuo de la sociedad, quedé muy desconcertada al ver cómo, después de considerar como “triunfos” las sentencias recientes de la Corte Constitucional en las cuales les otorga reconocimiento al Pluralismo y a la “Familia Diversa” (Sentencia C-577 de 2011), así como al “Matrimonio Igualitario” en Colombia (SU-214/16), y ha permitido en ciertos casos la adopción de parejas del mismo sexo y su aplicación al proceso de adopción (Sentencias C-276/12, C-071/15 y C-683/15), fue concluyente el Foro en señalar que se debe “RECONFIGURAR” el papel de la Familia, la cual NO DEBE SER considerada como el NÚCLEO FUNDAMENTAL de la sociedad.
Pareciera increíble y contradictorio después de que evidenciaron como “triunfos” de la comunidad LGTBI los señalados anteriormente, que busquen minimizar, desdibujar y desconocer la importancia y esencia de la FAMILIA COMO NÚCLEO FUNDAMENTAL DE LA SOCIEDAD, al considerarla -tal y como fue señalado en dicho Foro-, apenas como “un aspecto”, un “grupo humano” en el cual se establecen los “primeros vínculos históricos”, que no reviste de una importancia significativa, y reafirman que ésta NO puede ser considerada como el núcleo fundamental de la sociedad, denominación que incluso conciben como una amenaza.
Es así como “olvidan y minimizan” no sólo la naturaleza biológica que nos define y que determina que la familia sólo pueda tener su origen en la unión entre un hombre y una mujer, sino que olvidan cada miembro de la comunidad LGBTI nació y pertenece a una familia, que tienen un padre y una madre, así como abuelos, hermanos, tíos, primos, etc. Desconocen que la familia es en donde se gesta y existe la primera comunidad de amor, protección y cuidado de cada uno de sus miembros (bebés gestantes, hijos, padres, abuelos, tios, etc.), donde se transmite y enseña a amar, así como los valores, principios y creencias religiosas de cada familia, donde se educa, se cuida y se vela por la salud de sus miembros, la cual tiene un impacto económico y social inmenso y muy relevante para la sociedad. Lo anterior es evidente ya que si no fuera la familia quien asume estas funciones que por naturaleza tiene y le corresponden, los costos sociales y económicos de estas funciones tendrían que ser trasladadas necesariamente al Estado, teniendo éste que sufragar los gastos de educación y salud de todos los miembros del Estado, estando a su cargo el sostenimiento de todos los adultos mayores, entre otros, lo cual es absolutamente imposible económicamente, e inaceptable jurídica y socialmente. Pero peor aún, estaríamos al vaivén de lo que cada Estado de manera totalitaria impusiera en materia educativa, a merced de las ideologías de los gobernantes de turno tal y como sucedió en el Estado Nazi, en el cual se eliminó totalmente esa potestad a las familias con las consecuencias nefastas en la historia que como sociedad no queremos repetir.
Por ello, debemos estar alertas y vigilantes en defender a la FAMILIA natural como NUCLEO FUNDAMENTAL DE LA SOCIEDAD, y valorarla por su grandeza y relevancia, y asumir con responsabilidad y entrega nuestra misión en cada una, como cuidadores, protectores, células de amor y de entrega, como educadores, transmisores de los principios, valores y creencias religiosas que cada uno profese y que son los que se van a reflejar en un país recto, honesto, que busque y trabaje por el real bienestar de todos, así como el servicio a los demás. Sólo así y exigiendo al Estado su especial protección y salvaguarda de la FAMILIA COMO NUCLEO FUNDAMENTAL de la sociedad, podremos construir una Colombia con las características citadas anteriormente, social y económicamente próspera, con oportunidades para todos, en la que todos podamos acceder a una vida realmente digna, en la que se valore, promueva y respete a todas las personas y se busque el bien común.