El pasado 10 de junio la ONG homosexualista «Campaña contra la homofobia», denunció que ya eran treinta los consejos municipales y las asambleas regionales que se habían declarado como territorios «libres de ideología LGTBI».
Las declaraciones políticas alrededor del país se gestaron espontáneamente como respuesta a la decisión del alcalde de Varsovia, Rafał Trzaskowski, publicar una política pública pública para favorecer a los grupos homosexualistas y promover la ideología de género.
La ciudad de Lublin incluso otorgó premios a los funcionarios de la administración que han sido efectivos en su defensa de la familia, la nación y el estado polaco contra la ideología de género.
Y a pesar de que en la ciudad de Varsovia está controlada políticamente por un partido de izquierda homosexualista, la sociedad civil se ha movilizado, con el apoyo de la Iglesia católica, con el fin de garantizar los derechos de los padres a prevenir el adoctrinamiento LGTB en los programas públicos de educación sexual.
La activista provida y profamilia Magdalena Korzekwa-Kaliszuk agradeció a los obispos su efectiva mediación para proteger los entornos escolares e infantiles de la promoción de la homosexualidad y de la estigmatización contra quienes tienen visiones o creencias distintas a las de la ideología de género.