En su portal web la psicoterapeuta Lisa Marchiano (@LisaMarchiano) hizo referencia a una investigación por publicar en la Society for Adolescent Health and Medicine, analizando el un inicio abrupto (sin antecedentes) de la disforia de género infantil en una población de adolescentes y adultos jóvenes.
De la población de 221 adolescentes y adultos jóvenes, casi la mitad (49,5%) había sido diagnosticada como superdotada académicamente, el 4,5% tenía una discapacidad de aprendizaje, el 9,6% eran superdotados y con discapacidad para el aprendizaje y el 36,2% no tenía ninguna condición particular.
Las investigaciones han demostrado que los niños superdotados tienen más probabilidades de exhibir preferencias sexuales atípicas.
En parte debido a que este tipo de niños pueden tener intereses amplios y variados que no se ajustan a los estereotipos.
Los estudios señalan que la mayoría de los adolescentes que se autodiagnostican como transgénero lo hacen sobre la base de estereotipos. Si les gustan los videojuegos en lugar del esmalte de uñas, lo interpretan como una prueba de que en realidad es un niño y no una niña, y así sucesivamente.
Por otra parte, debe tenerse en cuenta que la promoción cultural del transgenerismo facilita el sobrediagnóstico de este fenómeno.
Fuentes: Quillete, 4thwavenow.com y Varones Unidos