Una de las consecuencias de la cultura que acepta la Fertilización In Vitro como una forma legítima de procrear, se puede ver en Inglaterra, donde una proporción creciente de las mujeres que tienen hijos a través de este mecanismo, son mujeres solteras que nunca han tenido relaciones sexuales.
Ya que estas mujeres no pueden recibir subsidios para el procedimiento por parte del gobierno, ya que únicamente pueden aplicar mujeres que han intentado quedar embarazadas de forma natural al menos durante dos años, son mujeres que prefieren pagar cerca de 20 millones de pesos a las clínicas de fertilidad por cada ciclo, antes que permitir que un hombre entre en sus vidas.
Algunos psiquiatras advierten que el que una mujer que nunca ha tenido una relación afectiva tenga un hijo, podría afectar el desarrollo emocional del menor.
Según la clínica de fertilidad One Care, el número de mujeres solteras se ha duplicado en el último año (2015) y actualmente representan el 10% de sus clientes. El principal motivo que citan para tomar esta decisión es el deseo de ser madres sin tener que esperar que aparezca el hombre «ideal». [mks_highlight color=»#eeee22″]Una parte de este grupo lo conforman mujeres que nunca han tenido una relación sexual[/mks_highlight].
La sociedad generalmente asume que quienes buscan tener hijos a través de fertilización asistida son parejas que lo han intentado de forma natural durante mucho tiempo, pero no lo han logrado.
Sin embargo, la campaña que han hecho los medios de comunicación para legitimar el ser madre soltera como una «opción» equivalente a la familia natural (matrimonio entre hombre y mujer), enfocándose en la legitimación moral de los adultos, antes que reconocer esta situación como una realidad que desde la perspectiva de los niños representa una gran pérdida del referente paterno, ha animado a muchas mujeres a que opten por la maternidad como una dimensión de su «realización personal», antes que como el resultado de una relación de amor.
La periodista de Caracol Radio, es un ejemplo de esa mentalidad. En declaraciones a la revista Jet Set contó lo siguiente:
El ideal de familia es papá, mamá e hijos, pero la realidad en Colombia, y en muchas partes del mundo, no es esa. Aquí hay muchas mujeres que son cabeza de familia porque el hombre fallece, se va a un grupo delincuencial o las abandona al descubrir que es homosexual. En Colombia hay muchas familias disfuncionales o monoparentales, pero aun así, siguen siendo una familia. Lo importante es que el niño tenga una figura paterna que en mi caso puede ser mi papá o mi hermano.
Sin embargo, un grupo de significativo de personas concebidas de forma artificial no opina lo mismo. De hecho, crearon el sitio web donorchildren.com (hijos de donantes), para poder encontrar familiares y si es posible a sus padres biológicos. Y ya sacaron un documental y un libro titulado (Proyecto Anonimizados), en el cual consignan testimonios como el siguiente:
«Detesto haber sido concebida a través de una donación. Me parece ridículo y bizarro que las dos personas que me hicieron nunca se encontraron y nunca lo harán. Me parece terrible que a mi papá le hayan pagado. Y me parece peor los agentes, vendedores y médicos hayan trabajado tan duro para crearme y ahora que soy adulta no les importe lo que pienso al respecto. Son como jíbaros. Venden sustancias que calman los deseos de tener hijos. ¿Será que ahora pueden venderme algo para el deseo de tener un padre?
Por otra parte, en relación con las vírgenes embarazadas, la psicoterapeuta infantil Dilys Daws dijo al Daily Mail, en relación a las mujeres que buscan la maternidad a través de mecanismos artificiales, al no haber podido tener una relación romántica (sexual) con otra persona, que “sugiere que la persona no está lo suficientemente madura para estar emocionalmente cerca de otra persona – y eso importa mucho a la hora de criar un hijo. Implica que la mujer es temerosa de tener una relación física cercana con otra persona, en cuyo caso el bebé con crecerá con ese tipo de amor”.
Los especialistas en fertilidad artificial por otro lado, opinan que las vírgenes que desean ser madres tienen un problema psicológico: “En algunas culturas es el estigma asociado a la infertilidad lo que hace que las mujeres busquen un tratamiento de fecundación in vitro antes que orientación en asuntos psicológicos y sexuales», aseguró uno de los entrevistados, mientras que otro opinó que lo que ocurre es que tienen “Temor a la sexualidad, no tienen problemas de fertilidad. Es un problema psicológico”. Another observed that “Some wish to save sexual intercourse for a special relationship. They feel they have not found the right partner to share sex with, but they know they want a baby now.”
Vale la pena reflexionar si tecnologías como la fertilización artificial no están creando una sociedad en la que nadie desearía vivir, sólo los más radicales misántropos y antisociales.
Fuentes: Daily Mail, Jet Set, LifeSiteNews.