Uno de los casos internacionales más sonados de persecución del lobby LGTB contra funcionarios públicos, es el de Ferrín Calamita, un juez español de familia, difamado, condenado y expulsado de la carrera judicial por «cuestionar» la adopción de una niña por parte de una pareja de lesbianas.
El juez fue señalado de «homófobo» por solicitar informes sociales y trámites adicionales a los acostumbrados, en relación con la idoneidad de la pareja lésbica de la madre biológica, para acoger a la niña en calidad de adoptante.
La denuncia disciplinaria fue tramitada rápidamente en 2006, siendo suspendido del juzgado antes de que pudiera tomar una decisión sobre la adopción.
Posteriormente fue inhabilitado 10 años y expulsado de la carrera judicial a través de una sentencia definitiva del Consejo General del Poder Judicial, sindicado de retraso «malicioso» del proceso de adopción, y de prevaricación dolosa, el más grave de las faltas de las que puede ser acusado un miembro de la rama judicial.
Ahora el juez ha escrito una carta abierta a través de Facebook dirigida a la niña de nombre Candela, hoy de unos 14 años, expresándole su solidaridad ante su entrega a los servicios sociales por parte de la pareja, que acaba de divorciarse.
“ha llegado a mi conocimiento recientemente que se han divorciado y que te han abandonado y entregado a los servicios sociales. Lo siento mucho. El tiempo me ha venido a dar la razón, por desgracia. He hecho gestiones para averiguar tu paradero, pero lógicamente no me han facilitado ningún dato en ese organismo de la Consejería de la CARM que ahora se llama de Familias y LGTBI…tienes derecho a ser oída por un juez y que, cuando cumplas los 16, puedes instar la emancipación o habilitación de edad, y ejercitar acciones legales acto seguido contra el Estado y/o la CARM -y contra tus dos «mamás. A tu disposición para lo que te pueda ayudar, tanto en lo personal como en lo profesional jurídico. Se ha menoscabado tu dignidad y tus derechos básicos como persona, sujeto de derechos. Una grave injusticia».
El juez contó su historia en el libro «Yo, víctima de la Cristofobia» (Libros Libres), donde el propio magistrado (hoy ya ex gracias a sus compañeros) relataba en primera persona “el calvario de un juez católico por cumplir la ley en España”.
El silencio de los promotores de la agenda LGTB
Ahora los medios de comunicación progresistas han guardado riguroso silencio sobre este último acontecimiento, que no sería difícil de verificar por parte de sus equipos de investigación.
Seguramente argumentarán el peligro de estigmatización sobre el vulnerable colectivo LGTB, el respeto a la privacidad de la pareja o la importancia de evitar una «revictimización» de la niña.
La verdad es que los hechos le han dado la razón al juez que tuvo la firmeza de buscar el interés superior de la niña, que terminó siendo la principal víctima de los abanderados de la «inclusión y la tolerancia».
La madre biológica desmiente
Luego de difundirse esta noticia, el periódico «La Opinión de Murcia» afirmó haberse comunicado con una de las mujeres, quien habría desmentido rotundamente la noticia:
«Esto es totalmente falso», ha afirmado a esta Redacción la progenitora, quien además dice estar «cansada de que esta persona nos siga molestando». «La niña está con nosotras, en casa, con sus dos madres«, publica el diario.
La afirmación de Susana Meseguer dada al diario de Murcia, de donde es oriunda la pareja, no ha sido confirmada aún por otros medios. Sin embargo, contrasta con lo informado por el portal Forum Libertas en 2013:
«De hecho, la menor ha tenido que vivir el divorcio heterosexual de su madre biológica con su verdadero padre, luego tener dos madres lesbianas, posteriormente vivir el divorcio homosexual de estas dos madres, y en la actualidad tener solamente una madre, la biológica, que ha adquirido la custodia de Candela».
En 2018 Meseguer Diaz fue noticia nacional en España al haber sido descubierta ejerciendo de guía turística sin licencia. Aunque declaró a los medios de comunicación que hacía de guía por afición y recibía propinas voluntarias, la inspección del Ayuntamiento estableció que se anunciaba a través de la plataforma «www.guruwalk.es y con tarjetas informativas ´servicios propios de la actividad profesional de guía de turismo´, que consideraba que ofrecía ´de forma habitual´ y mediante precio, en este caso, necesidad de donativo o propina».
(Actualización): La nota fue actualizada para incluir la declaración de la madre biológica, publicada por La Opinión de Murcia, y otra información relacionada.