Análisis Familia

La deshumanización del hombre

En el rostro del bebé se evidencia el dolor de la humanidad.
Escrito por Julieth Gómez

Los hombres se embarazan y menstrúan mientras que las mujeres no nacen sino se hacen.

El mundo que nos tocó está en vía de extinción, día a día la humanidad está perdiendo su norte, su razón de ser, su esencia misma.

A medida que pasa el tiempo, los hombres parecen haber olvidado que son la especie superior; el modernismo, el desprendimiento de la tradición y la vanidad nos han convertido en seres vacíos.

Todo esto puede verse en las consecuencias que la involución de la historia hoy día llama progresismo; avanzamos sí, pero ¿a qué costo y más aún, hacia dónde?

Puede parecer que éstas palabras no van a ningún lugar, sin embargo al ver éstas imágenes podremos entender cuál es la preocupación que las inspira.

Vemos la pérdida de valores como algo normal debido a años de adormecimiento a través de los medios de comunicación, las escuelas y la modificación de lo que ahora es “políticamente correcto”.

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Pero, ¿qué es lo correcto?

Bien nos lo dice la Palabra de Dios Is 5-20

Ay de aquellos que llaman bien al mal y mal al bien, que cambian las tinieblas en luz y la luz en tinieblas, que dan lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!

Is 5-20

Por eso debemos retornar a la tradición y no caer en este modernismo demoníaco, hay cambios tan sutiles que parecen broma, pero ahora el café es descafeinado, la leche deslactosada, el shampoo lleva vitaminas y la comida es saborizada artificialmente; si esto es en productos del diario vivir, qué pasa con el humano.

Bien, los hombres se maquillan, usan bolso, falda y crema depilatoria para el pecho, las mujeres por el contrario, para “empoderarse” dejan de afeitarse las axilas y usan corbatas.

Pasamos de la maternidad como una bendición de las mujeres a una opción de "personas gestantes"

Y a dónde va todo esto, cuál es el fin de que hoy existan 102 géneros, un lobby que promueva la homosexualidad, otro que vende el aborto como resignificación de las mujeres, veganismo como pago a una deuda ancestral con “la pacha mamá”, humillación como equidad interracial,  agresión como medio de justicia y lujuria como bandera política.

La finalidad no es otra que la destrucción de la iglesia vista como único muro de contención contra la caótica desaparición de la raza humana. 

La iglesia como madre y cuidadora de la tradición e incansable promotora de la fecundidad pisa la cabeza de la serpiente tal como lo dice Génesis 3-15; la mujer, símbolo de maternidad, delicadeza, fecundidad, poder (jamás empoderamiento), fe y en fin un sin número de cualidades es la diana de las balas socialistas.

 Nosotras como mujeres estamos llamadas a ser ayudas idóneas del hombre quien está llamado a ser protector y proveedor, por eso los ataques vienen enfocados a negar, invisibilizar y matar la esencia misma de la mujer. 

Al vender la idea de que los hombres son seres despreciables y malvados siembran en las mujeres odio y sed de venganza, si a eso sumamos la innegable realidad de la falta de compromiso y responsabilidad de algunos hombres, hay una tierra abonada para cumplir este propósito, pero ¿qué podemos o debemos hacer entonces?


La restauración de la familia y de ésta como iglesia doméstica, de la fe, de la maternidad, la ternura de la mujer y la protección del hombre es la única solución para vencer el cáncer de la modernidad en una sociedad herida de muerte.

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3 Comments

  • Es una verdad tan absoluta, pero tan manipulada, para llevar a la humanidad a la locura colectiva,que no es fácil entender cómo éstas ideologias son aceptadas sin cuestionarse.
    Excelente artículo, muy bien explicado.

  • Buenos días, Julieth. Gracias por este aporte, sobre todo cuando se hace a partir del fundamento cristológico que entraña La Palabra de Dios; desde donde parte la vision antropológica integral del ser humano y la sutil exhortación que ésta nos hace, a quienes la meditamos y la rememoramos en tus intervenciones, para ahondar en la fe cristiana, de la cual dimana el verdadero progreso de nuestra humanidad. Un cordial saludo.