En un video del 6 de marzo del año pasado titulado “Mi video más sincero”, la youtuber cristiana dijo:
“Dios creo al hombre y la mujer para que estén juntos, considero que hombre con hombre y mujer con mujer no está bien, pero lo tolero. Si alguien en algún punto de la vida tiene que juzgarte a ti por ser lesbiana o por ser gay no soy yo, es Dios”.
En respuesta al video de Kika uno de los principales medios de izquierda homosexualista del país, El Espectador, a través de su sección “Las Igualadas”, montó una campaña de difamación con la más grave acusación posible hoy en día: “odiar a los gays y lesbianas”.
Como es costumbre los activistas Lgtb utilizan la victimización como un arma letal contra quienes piensan distinto, contra quienes se resistan a aceptar los postulados de la “ideología de género”.
Y una parte clave de ese proceso de victimización consiste en traducir el rechazo que toda persona de sanas costumbres, y en especial todo cristiano, católico o protestante, tiene frente a la conducta homosexual, como odio hacia las personas que tienen esa inclinación o que se identifican con esa orientación.
Los magistrados de la Corte Constitucional votaron alineados con sus posturas morales e ideológicas, 6 votos pro homosexuales o progresistas, contra 3 de inclinación cristiana o conservadora.
Las redes sociales se encendieron con la decisión de la Corte, dada a conocer por El Espectador y su sección Las Igualadas en Twitter y en su página web, dando inicio a una andanada de insultos contra la youtuber.
Uno inclusive la pedía que se matara, comentario que daría para investigaciones de la Fiscalía si se hicieran contra alguien que se identifique como homosexual.
Los magistrados Carlos Bernal y Cristina Pardo explicaron que Kika Nieto tenía razón en pedir una rectificación a las periodistas de El Espectador, ya que sus creencias religiosas debían ser protegidas y que nadie ser molestado por ellas.
Cristina Pardo, reconocida por su defensa en la Corte de la vida de los que están por nacer, hizo constar que Las Igualadas tergiversaron sus palabras, con el fin de calificarla como discriminadora.
¡Ánimo Kika, aunque los que insultan parecen muchos, somos más los que estamos contigo! Dios te bendiga siempre.