Argumentando la necesidad de corregir desigualdades contra la «comunidad lgtb», el legislativo de California pasó una reforma (SB145) para que los jueces tengan facultades discrecionales a la hora de ordenar la inclusión en el registro de delincuentes sexuales, cuando un agresor realice actos «consensuales» de sexo oral o anal con una víctima de entre 14 y 17 años de edad, y la diferencia de edad entre ambos no sea de más de 10 años.
Anteriormente esa previsión existía únicamente para los agresores que realicen actos sexuales vaginales.
Ahora los menores de edad no sólo estarán expuestos al acoso heterosexual sino además al acoso homosexual, y en ambos casos en un contexto moralmente degradante por la inclusión de una práctica antinatural como el sexo anal.
Los registros de abusadores sexuales tienen «demasiados» homosexuales
El senador estatal Wiener, promotor de la ley (en la foto principal) explicó que la comunidad gay esta “sobrerepresentada” en el registro de violadores.
Al respecto el abogado Pablo Muñoz Iturrieta comentó:
«Entonces borrando los nombres de homosexuales que violan o tienen relaciones sexuales con menores de edad se logra una paridad en el registro de violadores, ya que hay más homosexuales que heterosexuales…. La locura de la ideología de la igualdad».
Linda Harvey de la organización cristiana Mission America criticó la reforma que empeora una ley que ya era bastante mala, con el argumento de la igualdad:
«En este momento, un hombre de 23 años que tiene relaciones sexuales con una adolescente de 15 no se convierte automáticamente en un delincuente sexual. Este proyecto de ley busca la “igualdad” para hacer que los encuentros homosexuales estén a la par de la ley actual».
Harvey señala que naturalmente existen barreras sociales para proteger el acoso entre hombres y mujeres, mientras que existe mayor confianza en el contacto entre personas del mismo sexo, lo cual implica mayores oportunidades de acoso: los adultos pueden dormir con menores en campamentos de verano, usar los mismos baños y realizar prácticas deportivas con un mayor grado de cercanía física no supervisada.
Por otra parte, el exactivista gay Michael Brown señaló cómo este desarrollo deja en evidencia el impacto que la cultura LGTB está teniendo en la sociedad:
«El enfoque real debería haber estado en la protección de los niños y no en la reducción de la pena por ciertos actos sexuales. Con eso en mente, se podría haber aprobado un proyecto de ley pidiendo penas iguales para cualquiera de estos actos sexuales, ya sean actos «heterosexuales» u «homosexuales». En cambio, los activistas homosexuales presionaron para reducir las penas por actos sexuales aún más comunes en la comunidad homosexual. Qué revelador».
Fuentes: LifeSiteNews.com y Pablo Muñoz Iturrieta
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