«La Eucaristía es fuente y cima de toda la Vida Cristiana».
Sin rodeos ni medias tintas, el Padre Raúl Sánchez explica y aclara cómo debemos entender la realidad eminente del «Corpus Christi», del Cuerpo y de la Sangre del Señor, denunciando las interpretaciones con las que algunos –o tal vez ya muchos– falsean el testimonio que Jesús da de Sí mismo de una manera unívoca, es decir, con un sentido preciso, sobre el Misterio y la Realidad Sacramental de Su Cuerpo y Sangre como alimento de Vida y para la Vida.
Se trata de una realidad crucial de nuestra Fe, para la Vida de la Gracia, la Vida Sacramental y la Vida Espiritual. Es el centro de la predicación, de la enseñanza y de la actividad total, «integral», de La Iglesia.
La Solemnidad del «Corpus Christi», del Cuerpo y de la Sangre del Señor, es mucho más que una celebración puesta por la Iglesia en su calendario: es una cuestión vertebral que cohesiona todos los demás elementos de nuestra fe, pues se refiere a la Sagrada Comunión, al Pan de la Vida, que es Consagrado durante la Santa Misa y que se nos da como alimento de Vida Eterna y prenda de nuestra resurrección.
Entonces Jesús dijo a los doce:
Juan 6, 66-68
—¿Ustedes también se quieren ir?
Simón Pedro le respondió:
—Señor, ¿a quién iremos? Sólo Tú tienes palabras de Vida Eterna
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