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Rafael y Johanny Herrera son un matrimonio católico que ha decidido entregar su vida al servicio de Dios y la evangelización, convirtiéndose en misioneros a tiempo completo en su natal Venezuela.
Pertenecientes a la Diócesis de San Carlos, esta joven pareja con dos pequeños hijos fue nombrada por el Obispo Mons. Polito Rodríguez como encargados de la Vicaría San Juan Pablo II en la localidad de Mujica, luego de sentir el llamado a “ganar la vida para Cristo” desde su matrimonio.
“Lo mejor que podíamos hacer es ganar la Vida para Cristo, que de nada sirve ganar el mundo entero”, expresaron los esposos Herrera, quienes tuvieron que dejar su ciudad natal Tinaquillo para asumir esta misión.
Con una profunda confianza en la Divina Providencia, esta familia vive ahora con lo poco que les dan los feligreses en los sectores rurales que atienden, donde “Dios nunca nos ha fallado”, afirmaron.
Aunque no ha faltado quien critique su radical decisión, para los Herrera su fe y llamado han sido más fuertes.
“Muchas personas nos ha atacado por nuestra decisión radical de servir al Señor, incluso familiares y amigos, pero pese a eso nuestra fe y nuestra llamada vocacional por el Señor a ser matrimonio misionero ha sido más fuerte que las adversidades”, aseguraron.
Con el apoyo de su Obispo, los esposos Herrera realizan un amplio trabajo pastoral en una zona de escasos recursos pero de buena gente, que ya considera a sus pequeños hijos como parte de sus familias.
“El testimonio de una familia misionera, a veces sin predicar, habla por sí solo, la gente se motiva a casarse y a ser santos matrimonios”, concluyeron Rafael y Johanny, un ejemplo de entrega total a Dios que motiva a otros a seguir el mismo camino.
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