Razón+Fe consiguió entrevistar al escritor católico Miguel Quesada, quien explicó detalladamente acerca de una fiesta muy importante para la Cristiandad. Sabemos que la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos, y así sucedió con aquellos que dieron su vida por nuestra santa religión católica, apostólica y romana en el contexto hispánico. A continuación, esta crucial entrevista.
Miguel Quesada Vázquez (Sevilla, 1997) es licenciado en Historia y miembro de la Junta del Círculo Hispalense (Sevilla), de la Comunión Tradicionalista. Además de la acción local, es colaborador asiduo del periódico católico-monárquico La Esperanza. Es autor de España Viva. Ideas para una restauración política católica (Sevilla, Campomanes, 2020) e Iglesia, Sociedad y Modernidad. Fundamentos del orden social cristiano (Sevilla, Campomanes, 2022).
R+F: ¿En qué consiste la fiesta de los Mártires de la Tradición?
M. Q.: La fiesta de los Mártires de la Tradición consiste, según voluntad de D. Carlos VII, en cumplir un deber de justicia para con aquellos que sacrificaron su vida en el combate contra la Revolución. Para ello, los carlistas se reúnen cada año para recordar sus nombres y ofrecer plegarias por sus almas; al igual que ellos dieron su vida terrena por los derechos de Dios en la sociedad, nosotros tratamos de cooperar con el premio merecido intercediendo para que obtengan la vida eterna. El espíritu de la fiesta se resume en la famosa sentencia plasmada en el Devocionario del requeté: «Ante Dios nunca serás héroe anónimo».
Esta promesa tiene, como se puede apreciar, dos vertientes. La más evidente es la dimensión sobrenatural, la promesa de la Bienaventuranza Eterna como premio por la entrega al servicio de la defensa de los derechos de Dios. Sin embargo, encontramos una recompensa natural si prestamos atención. Frente a la cosificación de los hombres causada por la ideología, cuya matriz racionalista ve en los hombres individuos fruto de una concreción idealista, la heroicidad de los Mártires de la Tradición es recordada por los correligionarios año tras año. Esta doble vertiente podría resumirse, en el orden de las virtudes, en el cumplimiento anual de un deber de piedad –justicia- y caridad.
R+F: ¿Qué actividades se suele realizar en este evento?
M. Q.: Las actividades no son homogéneas, encontrando una cierta heterogeneidad según los lugares. El carlismo nunca ha sido amigo de oficialismos rígidos, más propios de las ideologías. Así, podemos encontrar desde comidas numerosas hasta modestos encuentros. A este respecto, recuerdo la celebración de los Mártires de la Tradición narrada por Enrique Gil Robles, catedrático de la Universidad de Salamanca, que consistía en una misa celebrada por un canónigo de la catedral a la que asistía la familia de D. Enrique; posteriormente, invitaban a desayunar al canónigo en acto de agradecimiento. Es una anécdota que me gusta recordar para comprobar la guadianesca historia del carlismo.
Lo común a los actos es siempre una Misa en sufragio de las almas de los mártires. Puede ser privada o pública, pero siempre se encuentra presente. Ejemplo de ello es que en los lugares donde no es posible una organización considerable de la fiesta se encarga a un sacerdote del lugar, al menos, una misa privada.
Este año, por ejemplo, encontramos la celebración de los Mártires en diversos lugares y formas. Si bien es cierto que se realizarán unos actos centrales en Valencia, a los que acudirán muchos carlistas provenientes de diversos lugares, dentro y fuera de la Península, vemos también celebraciones en otras regiones, desde La Argentina hasta Nueva España, evidenciando que los carlistas hispanoamericanos se encuentran en plena forma. Las convocatorias están en continua actualización.
R+F: ¿El evento atrae la atención de la gente que desconoce del tema? Si es así, ¿cómo?
M. Q.: Sin duda. Las razones son múltiples. Primeramente, es una de las fiestas más significativas del carlismo, por lo que el despliegue de esfuerzos para su celebración es un lógico foco de atenciones. Además, al anunciarse todos los actos de los círculos de la Comunión Tradicionalista, por diversas vías -que van desde los cuadernos de bitácora de cada Círculo hasta medios comunes como el portal web de la Comunión Tradicionalista, Agencia FARO o La Esperanza-, no sólo se percibe la honda preocupación del carlismo por sus mártires, sino que también se da una visibilidad notable a las actividades organizadas.
Además de una atención ligada a la convocatoria, nos encontramos también atención referida a los actos en su desarrollo. La manifestación de los esfuerzos para cubrir la dignidad que merecen los actos es un foco de atención lógico para los interesados. No son extraños los años que encontramos interesados, incluso, a posteriori. Como digo, la importancia de la fiesta implica una difusión proporcional.
R+F: ¿En qué lugares de España y del mundo se la celebra?
M. Q.: La fiesta de Mártires de la Tradición es organizada por los círculos de la Comunión Tradicionalista. Éstos, como norma general, procuran cumplir sus deberes de justicia y caridad según las circunstancias como es lógico. Por ahora, ya digo que el calendario se actualiza cada día, encontramos Pichi Mahuida (La Pampa), Santiago de Querétaro (Méjico), Irving (Tejas), Martínez (Buenos Aires), San Diego (California), Valladolid (Morelia), Guadalajara (Jalisco, Méjico), Toluca (Méjico), Ciudad de Méjico, Baeza (Jaén), Vigo (Galicia), Oviedo (Asturias) o Salamanca, sin contar los actos centrales en Valencia (y todos los asistentes de diversas altitudes) y el rezo del Rosario mundial organizado por las Margaritas Hispánicas. El mosaico, como se aprecia, es amplio y rico.
R+F: ¿Cuándo, dónde y cómo surgió la idea de organizar la festividad?
M. Q.: La fiesta de los Mártires de la Tradición fue instituida a finales del siglo XIX por D. Carlos VII. Su intención era honrar la memoria de los mártires que habían caído en los campos de batalla durante el convulso siglo XIX, a raíz de la irrupción del liberalismo en España. El proyecto revolucionario, inorgánico dada la incompatibilidad con el ethos hispánico, provocó un elenco de asonadas, levantamientos y guerras que jalonaron la historia reciente española. Por ello, D. Carlos VII, convencido de los deberes de justicia y caridad para con el sacrificio de tantos, instituyó la fiesta de los Mártires de la Tradición, que se celebraría cada 10 de marzo, por ser la fecha del fallecimiento de D. Carlos V. Desde entonces, se ha señalado como una de las festividades del calendario carlista más importante de todo el año, dando lugar a numerosas actividades que pueden consultarse en las hemerotecas de los periódicos carlistas o en las páginas de tratamiento histórico sobre el tema, destacando las figuras de Melchor Ferrer y Alberto Ruiz de Galarreta.
R+F: ¿Qué fiestas similares recomiendan, que celebren acontecimientos parecidos relacionadas al legitimismo monárquico o a la contrarrevolución en general?
M. Q.: Es preciso responder en dos bloques. Primeramente, encontramos los actos que por su vigor y trayectoria se han asentado como citas reseñables en el calendario carlista. Además de Mártires de la Tradición, debe señalarse las cenas de Cristo Rey; famosas por la importancia que alcanzan algunas como la de Madrid, pero presentes en otros lugares. Se celebran en torno a la festividad de Cristo Rey, según el calendario litúrgico tradicional. Además, debemos añadir las actividades focalizadas según sectores de la Comunión Tradicionalista, encontrando las Convivencias de familias carlistas, las peregrinaciones –muy punteras en territorio americano- o las actividades juveniles, siendo reseñable las Conversaciones del Escorial. No debemos olvidar por su gran importancia el llamado Montejurra napolitano, el Encuentro Tradicionalista de Civitella del Tronto.
En otro orden de cosas, conviene señalar las actividades del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, que constituye una suerte de Real Academia legitimista, al encontrarse bajo el Alto Patronato de S. A. R. D. Sixto Enrique de Borbón. Todas sus iniciativas merecen la atención del tradicionalismo político al nutrir doctrinal y académicamente el santo combate.
Por otro lado, los círculos cuentan con calendarios propios que conviene consultar para los interesados, pues a todo el calendario común suman las diversas iniciativas particulares que nos aporta, de nuevo, un panorama rico y variado.